La película hubiera sido totalmente diferente si hubiéramos tenido a Batman y Joker interpretados con estos dos actores.
La historia del cine está llena de «qué pasaría si», y uno de los escenarios más fascinantes de los años 80 es cómo habría cambiado la película Batman (1989) de Tim Burton si los roles de Bruce Wayne y el Joker hubieran sido interpretados por Michael Biehn y Robin Williams, respectivamente. Aunque Michael Keaton y Jack Nicholson lograron consolidar sus interpretaciones como icónicas, es interesante imaginar cómo habría sido este dúo alternativo.
Michael Biehn, conocido por sus papeles en clásicos como Terminator y Aliens, estuvo a un paso de convertirse en el Caballero Oscuro. En una reciente conversación en su podcast Just Foolin’ Around, Biehn reveló que tuvo reuniones clave con Tim Burton mientras el director exploraba opciones para el papel principal de Batman (1989). Según Biehn, Burton estaba considerando dos combinaciones de actores: Michael Keaton con Jack Nicholson, que eventualmente fueron los elegidos, y Biehn junto a Robin Williams como el Joker.
Así fue el proceso de selección.
Biehn explicó que en aquellos días, las reuniones no eran audiciones formales, sino encuentros informales para discutir visiones y enfoques del personaje. A pesar de no ser seleccionado, Biehn recuerda que Burton mostró un gran interés en él como candidato para interpretar a Batman, al punto de que su representante lo acompañó a reuniones importantes con el director en Warner Brothers.
Mientras que Jack Nicholson entregó una versión memorable del Joker, Robin Williams también estuvo en consideración para el papel del Príncipe Payaso del Crimen. Con su capacidad para equilibrar la comedia y el caos, Williams habría sido una elección fascinante, capaz de interpretar la dualidad inquietante y estrafalaria del villano.
¿Un universo paralelo en el cine?
Si Biehn y Williams hubieran sido elegidos, Batman de Tim Burton habría sido una película completamente diferente. La actuación de Keaton como un Bruce Wayne más introspectivo y contenido contrastó con las expectativas iniciales de un héroe musculoso y físico. Por otro lado, Biehn habría aportado una intensidad más cercana a su papel en Terminator, posiblemente un Bruce Wayne más atormentado y con una presencia física dominante.
El Joker de Williams, por su parte, probablemente habría sido menos oscuro y más caótico, en línea con la extravagancia que el actor imprimió en otros roles de su carrera. Esta versión podría haber cambiado la forma en que el público veía al villano, dándole una energía frenética y juguetona, pero no menos peligrosa.
El legado del Caballero Oscuro.
Aunque nunca veremos esta versión alternativa, la historia detrás de las decisiones de casting de Tim Burton subraya lo importante que es cada detalle en la creación de un clásico del cine. Keaton y Nicholson son geniales, pero es inevitable preguntarse qué impacto habría tenido la visión de Biehn y Williams en el legado de Batman. Quizás habría sido una película aún más experimental y atrevida, algo digno de la era dorada de Tim Burton.
Al final, tanto el público como los cineastas se beneficiaron de esta exploración creativa, dejando una anécdota fascinante para los fanáticos de DC Comics y del cine en general.