¿Crees de verdad que Tim Burton duerme en un ataúd? ¿Marilyn Manson es colega del pesado de Satán en realidad? ¿Marie Curie es en realidad un monstruo radioactivo, y Lucia Etxebarria un teleñeco?
Si piensas que es posible algo de lo anterior, es que estas tan mal de la cabeza que te encantará la obra de Rubén Fernández, ’24 horas con gente mejor que tú’.
Y si mis palabras no bastan, sólo hay que abrir el libro por cualquier página. Por ejemplo, pagina 66, Pedro Piqueras. El conocido presentador de los informativos de Telecinco se ve convertido en un superhéroe que promueve la maldad, para poder tener material “dantesco” en sus informativos, hasta tal punto que llama a Kim JOng Un, cuyo teléfono le ha pasado su sobrino que juega online con el dictador, para iniciar una guerra nuclear que llene de muertos, caos y desolación sus noticias. Así funciona cada página, cada historia, usando tópicos, uno o varios, exagera hasta lo indecible la sátira, el chiste se convierte en una sarta surrealista de locuras, y mientras desencajas la mandíbula de reír no te percatas de la crueldad de algunos chistes, que tapan algo de mala baba por esos personajes, que viven de ser famosos unos, que no son tan lejanos a la parodia mostrada, o simplemente que no caen bien a nadie. Bill Gates y Ramón García pasados por su filtro hasta me resultan más interesantes y Cervantes deja de tener un halo de icono literario para ser el bueno de Miguel “el manco”.
Historias que enlazan un chiste largo, varias bromas seguidas o simplemente una exageración llevada al extremo, así es como Rubén Fernández va componiendo cada página con sus “personas mejores que tú”. Su arte no es como para entregarle un premio, pero detalla todo lo que necesita para que entiendas su humor, y es capaz de dar personalidad a cada uno de sus personajes, Mocasines será para siempre el mayordomo de todo famoso desquiciado que vea en la tele para toda mi vida, no necesita mucho más.
El único “pero” a este libro es su densidad, sí, he escrito densidad, cada página es una historia completa, coger la obra de tirón puede resultar espeso para cualquiera. Leerla poco a poco es bastante más recomendable, por la salud mental del lector, y por no perder la frescura de cada página, de cada relato. Porque el surrealismo, el desparpajo y la sinvergonzonería de Fernández se devora ávidamente, pero mucho de golpe puede hacer que pierda su gracia por abuso.
Fandogamia ya tenía en su haber otra obra de Rubén Fernández que adoro, ‘Like a monkey’ en su versión remasterizada, y con 24 horas con gente mejor que tú añade más leña a su catálogo. Porque si la historia de dos ratas almizcleras , Alan Moore y Jesucristo viviendo juntas para hacer una fanzine no os parece suficiente, ahora podéis disfrutar de toda la locura que pasa por la mente de este hombre cuando escucha algo sobre algún personaje famoso, histórico o simplemente algo popular.
