65, la nueva película que mezcla ciencia ficción con horror, está impactando a todos. Adam Driver, famoso por su papel en Star Wars, es el protagonista.
De una galaxia muy, muy lejana a la era prehistórica. Adam Driver, quien recientemente interpretó a Kylo Ren en la franquicia de Star Wars, vuelve a la gran pantalla en un proyecto de ciencia ficción. El actor ha protagonizado películas como La casa Gucci o Historia de un matrimonio. Estos proyectos han ahondado en el drama, pero su primer género del cine se separó del talento por un tiempo. Ahora, dice presente una vez más con 65.
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El filme se centra en una expedición espacial en búsqueda de un nuevo mundo que termina en un inesperado viaje en el tiempo a la prehistoria. Ariana Greenblatt, Alexandra Shipp y Chloe Coleman completan el reparto de la próxima apuesta de Sony Pictures.
No obstante, para muchos fue extraño ver a Driver regresar a la ciencia ficción cuando parecía haberse acomodado en películas más emocionales. Aun así, el intérprete reveló cuáles fueron las razones que lo hicieron vincularse a la producción.
“Bueno, eso fue tan único y que fue una gran combinación de muchas cosas diferentes. Eran dinosaurios, pistolas láser y naves espaciales estrellándose. Por esto, no parecía algo raro que me pidieran hacer eso. Pero eso también es algo secundario a que es una película que es realmente una especie de película de padre e hija. Cada vez que hay una película a gran escala, una película familiar a gran escala a la que todos pueden ir y que no permite que el espectáculo se interponga en el camino de dos personajes que, con suerte, son tridimensionales, y se trataba de dolor. Lo entendí en el primer impulso de COVID. Además, como estoy seguro de que mucha gente lo hizo, obviamente estaba haciendo las conexiones de lo que estaba sucediendo en el mundo”, comentó sobre sus intenciones.
No en tanto, sí fue el tema sentimental el que lo hizo decantarse por protagonizar el largometraje. «La idea de que se trataba de dos personas con antecedentes completamente diferentes que enfrentaban esta amenaza obvia de la que nadie tenía un precedente, y a través de eso se convirtieron en una familia basada en esta cosa común del dolor. Y él negándolo porque todo lo que ve en ella le recuerda a su propia hija, y está negando ese sentimiento tanto como puede hasta que ya no pueden más. Parece algo único para hacer en una película a gran escala como esta», siguió comentando.
Trabajar con Francis Ford Coppola
Por otra parte, el histrión se prepara para estelarizar Megalopolis, el gran proyecto futuro que está cocinando Francis Ford Coppola. El cineasta ha estado al frente de éxitos como El padrino, Drácula de Bram Stoker o Frankestein de Mary Shelley.
«Acabo de envolverlo anoche, mi parte. Estoy operando con dos horas de sueño. Lo terminé, todavía están en marcha. Pero ha sido una de las mejores, sin hipérboles, mejores experiencias de tiro de mi vida. Al verlo trabajar con ese equipo, ese equipo de diseño, tiene un gran dominio del lenguaje cinematográfico y un archivo en su mente de tomas que son tan hermosas. Y haciendo algo tan ambicioso, y en sus propios términos, que uno pensaría que sería dictatorial o realmente controlado, pero él es el director más cálido, abierto, reflexivo que es simplemente», afirmó.
«Él realmente, y todo esto suena como ser muy general, pero realmente personifica esta cosa como, “Estamos haciendo este experimento y no estamos interesados tanto en cómo resulta. Estamos interesados en el proceso de elaboración”. E inevitablemente por eso, lo que haces, no tiene referencias cinematográficas. Creo que lo que ha hecho es tan único e interesante. No podría estar más orgulloso de ser parte de esto», aseveró al respecto la oportunidad en entrevista con Collider.
