¿Por qué el Líder Supremo Snoke (Andy Serkis) se ha convertido en la mayor decepción de ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza’ (J.J. Abrams, 2015) para los seguidores de la saga galáctica? Os servimos los 7 motivos de este resultado en una bandeja de plata.
Una vez estrenada ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza’ (J.J. Abrams, 2015), séptimo episodio de la saga galáctica, repasamos la que ha sido, sin lugar a dudas, la mayor decepción de toda la película: el Líder Supremo Snoke (Andy Serkis). El Lado Oscuro de la Fuerza de esta nueva trilogía no ha sido definido como todos esperábamos y muchos consideramos que la influencia de Disney Pictures ha permitido desaprovechar una oportunidad única de crear un villano a la altura del Emperador Palpatine y del mismísimo Darth Vader. El chasco ha sido cuasi unánime y en el siguiente post vamos a dar una lista de los 7 motivos que han empujado a Snoke a convertirse en la mayor decepción de ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza’.
El aspecto del Líder Supremo Snoke es una verdadera vergüenza.
Vergonzoso. Todos pensábamos que Andy Serkis, el hombre que revolucionó el cine con su novedosa tecnología durante la trilogía de El Señor de los Anillos siendo el culpable de Gollum, iba a volver a deleitarnos con su maravilloso manejo de estos aparatos. Pues no ha sido así, señores. Su aspecto es tan lamentable que se puede comparar con el mismísimo jefe gungan de ‘Star Wars: La amenaza Fantasma’ (George Lucas, 1999). Parece una mezcla entre Gollum, César de El Planeta de los Simios y Nicolas Cage. Si juntas todo eso tienes como resultado al Líder Supremo Snoke de ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza‘.
El carácter del Líder Supremo Snoke es una verdadera chapuza.
Chapucero. Si pensábamos que ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza‘ iba a estar libre de la influencia de Disney Pictures, estábamos equivocados. Villanos totalmente disneyzados, hasta el punto de que el propio Líder de la Primera Orden es capaz de perdonar a los responsables de que destruyan un planeta-Estrella-de-la-Muerte (lo comentaremos en el punto cuatro) y decir con vocecita angelical: «Ya terminaremos su entrenamiento, no pasa nada«. ¡Claro que no, viva el buenrollismo de los villanos warsies!
Exactamente… ¿De qué narices es jefe el Líder Supremo Snoke?
Lo llaman Líder Supremo Snoke y más bien deberían llamarlo Snoke el Líder de Algo-Que-No-Se-Sabe-Muy-Bien-Qué-Es. ¿Líder de qué? Lo llaman Primera Orden y es más bien un reducto del extinto Imperio que adoctrina a niños para convertirlos en tropas imperiales con trajes clon sin ningún tipo de motivación en la vida, salvo obedecer. Sabemos que están en contra de la Nueva República, pero no sabemos nada más. Un par de escenas con Snoke parecerían suficientes para explicarlo, pero no tenemos nada de eso en ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza‘.
¿A la tercera Estrella de la Muerte va la vencida? Pues no: más grande no significa mejor.
¿De verdad era necesario? ¿De verdad nadie del equipo creativo de ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza‘ pudo decir «con dos es suficiente«? La tercera Estrella de la Muerte es la más grande las tres, pero no por ello la mejor. Ni siquiera una máquina de guerra de tamaño planetario que destruye planetas de cuatro en cuatro es capaz de mantenerse en pie siempre y cuando haya un hueco que haga las veces de talón de Aquiles. Originalidad, cero; todo mal.
El Líder Supremo Snoke no llega ni a la suela de los zapatos del Emperador Palpatine.
Palpatine siempre ha sido un personaje que daba miedo, pánico. El magnánimo y poderoso Emperador tenía una presencia y un carácter tan sumamente oscuro que nadie le tosía, ni siquiera hacer las cosas mal si no querían acabar en una tumba. Por el contrario, el Líder Supremo Snoke de ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza‘ es un cachondeo que permite cualquier cosa. Lo imagino en su casa, alejado de la máquina de los hologramas de comunicación, con un delantal planchando para su maravillosa familia.
Es evidente, ¿no? El Líder Supremo Snoke tiene complejos sexuales muy serios.
Es así. Si no, ¿por qué tiene que aparecer en ese holograma tan grande? ¿Por qué esa presencia tan lamentable pero tan magnificada en ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza‘? El complejo sexual del Líder Supremo Snoke se merece un spin-off que pueda ser dirigido por cualquier cineasta, menos Zack Snyder (‘Watchmen‘). El director de ‘Batman v Superman: El amanecer de la Justicia’ no es el elegido para hacer una película psicoanalítica que explique los problemas sexuales de un hombre que quiere aparecer como una especie de Dios engrandecido. Todos sabemos de ese pequeño problema del que estoy hablando, ¿verdad?
La presencia del Líder Supremo Snoke es irrelevante.
En realidad, tanto el Líder Supremo Snoke como la Capitana Phasma tienen una presencia humillante en ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza‘. En Kylo Ren sí que se pueden apreciar todos esos matices tan interesantes que pueden convertirlo en un villano más o menos a la altura de la saga. Sin embargo, estos dos personajes apenas aparecen y, cuando lo hacen, tienen una irrelevancia tremenda… De ahí el fallo en el Lado Oscuro de la nueva película de Star Wars.
BONUS TRACK: Jar Jar Binks es el sith que todos merecemos.
Jar Jar Binks es el verdadero villano de toda la franquicia galáctica. El sith que nosotros nos merecemos es el gungan que nos robó el corazón en el episodio I (*nótese la ironía*). En el siguiente vídeo entenderéis las razones por las que Jar Jar Binks tiene que aparecer en la nueva trilogía de Star Wars y ser el villano que hubiera sido perfecto para ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza‘.