‘American Horror Story’ ha vuelto a España de manos de Fox. El pasado miércoles 13 de noviembre se estrenó ‘AHS: Coven’, la tercera entrega de la popular miniserie. La ficción, que ha vuelto reinventándose a sí misma una vez más, ha demostrado que en la cabeza de Ryan Murphy, su creador junto a Brad Falchuk, hay muchos universos por descubrir. En Estados Unidos, ‘Bitchcraft’, el piloto, fue el episodio más visto de toda la producción y, como ha sabido mantener los buenos niveles de audiencia, FX (cadena dependiente de la FOX) ya ha confirmado su renovación por una cuarta temporada. No solo los buenos datos han influido en esta pronta renovación, sino el hecho de lo que ‘AHS’ representa para FX. La ficción, cuya calidad ha sido elogiada por la crítica, es su seña de identidad.
En el aquelarre de brujas de ‘American Horror Story: Coven’, Ryan Murphy vuelve a mezclar elementos fantásticos y reales. Resulta muy curioso que tanto Madame LaLaurie como Marie Laveau existieron en la vida real. Ambas nacieron en Nueva Orleans en 1775 y 1794, respectivamente, aunque no hay evidencia histórica de que se conocieran. La historia cuenta que en 1834 los bomberos acudieron a casa de LaLaurie alertados por un fuego en la cocina, tras lo que descubrieron siete esclavos mutilados, colgados del cuello y con sus extremidades retorcidas. Una auténtica casa de los horrores que aún se conserva en Nueva Orleans. Laveau también regentó una peluquería en su vida real y era conocida por su afición al vudú. Su tumba se encuentra en el cementerio de la ciudad, donde la gente dibuja una cruz para pedirle deseos. Sin duda a raíz de esta temporada crecerán las cruces en la tumba. Jugar con realidad y ficción es una genialidad, todo se tiñe con un misterio más oscuro.
Pero centrándonos en la ficción, ‘Coven’ muestra una escuela de brujas, cada una con su poder. Madison Montgomery (Emma Roberts) posee el poder de la telequinesis; Nan (Jamie Brewer), el de la clarividencia; Queenie (Gabourey Sidibe) es un muñeco de vudú andante y, en cuanto a Zoe (Taissa Farmiga), digamos que mata a la persona con la que tiene sexo (pobre, su poder es lo peor). El objetivo de la academia es enseñarles a controlar su magia para no ser descubiertas. La encargada de su ‘educación’ es Cordelia Foxx (Sarah Paulson), hija de la Suprema, bruja que reúne los siete poderes. Como no podía ser de otra forma, Jessica Lange es la encargada de encarnar a este último personaje. La historia actual se mezcla con el pasado de la ciudad, en el que coexistieron la torturadora La Laurie (Kathy Bates) con la experta en vudú Marie Laveau (Angela Bassett).
La fotografía y la estética de la ficción son maravillosas, y aunque la parte de horror se reserva a contadas escenas, todo el ambiente conduce a un universo en el que una vez entras ya no quieres salir. La cabecera es una auténtica maravilla y el ‘casting’, sensacional.
El género no me encajaba demasiado para una serie, quizá porque nunca había encontrado una de calidad dentro de este tipo de historias. Es la primera temporada que veo de ‘AHS’, pero bienvenida sea, ya que es una delicia visual y tiene grandes momentos surrealistas (entiéndase: WTF o OYOYOYOY) que la hacen más auténtica todavía. Y ahora si me disculpáis voy a castigarme por no haber sabido descubrirla antes.