Ridley Scott revela el animal real que le sirvió de inspiración para crear el monstruo de ‘Alien: Covenant’.
‘Alien: Covenant’ es la precuela de ‘Alien, el octavo pasajero’, en ella podemos ver nuevos seres que antes no habían aparecido en cines. Su director Ridley Scott ha buscado en la naturaleza para inspirarse. Ya que el fondo marino todavía existen criaturas ancestrales con un aspecto terrorífico. En una reciente entrevista ha comentado que su fuente de inspiración fue el Tiburón Duende (Mitsukurina owstoni). En la imagen que os dejamos a continuación podemos ver su extraña apariencia, ya que su morro sobresale de su boca. Sus mandíbulas pueden desplazarse hacia adelante. Su piel es de color grisáceo mezclado con rosado o rojizo.
El nuevo alien es el Neomorfo.
La película ‘Alien: Covenant’ nos presenta a los Neomorfos, unos seres que no habíamos visto antes. La tripulación de la nave Covenant llegan a un planeta desconocido. Allí se encuentran con unos seres creados por David (Michael Fassbender). Son el resultado del ecosistema local alterado por el líquido negro. El proceso se inicia en unas pequeñas vainas negras esféricas. Cuando entran en contacto con un ser vivo liberan un nube negra de esporas que se meten en el organismo. Una vez dentro crean un Neomorfo. Este bebé desgarra el cuerpo del huésped para salir. Inicialmente, la criatura nace con brazos y piernas. Se mueve de forma cuadrúpeda, que recuerda a un Corredor, pero a medida que crece, el Neomorfo adopta una postura bípeda. La criatura tiene una piel pálida, de color blanco-gris con un aspecto algo translúcido. Este ser presenta una cola carnosa con puntas, que puede utilizarse como un arma. Tiene un gran número de colmillos en su boca, que parece circular cuando está cerrado. Su sangre es de color amarillo, pero no parece ácida.
En términos de comportamiento, el neomorfo es mucho más salvaje y animal que un xenomorfo típico. Hasta el punto de que incluso su forma recién nacida es muy agresiva y atacará a cualquiera a la vista. Su naturaleza animalista puede sugerir una falta de inteligencia en comparación con su contraparte. A diferencia de los xenomorfos, los neomorfos son más orgánicos en apariencia y carecen de aspectos biomecánicos.