La secuela de Bad Boys, que recaudó 404 millones de dólares, ya está disponible en Netflix tras establecer un récord de franquicia en Rotten Tomatoes
Bad Boys: Ride or Die ya está disponible en Netflix después de romper un gran récord en Rotten Tomatoes para la franquicia de acción. La últimapelícula de Bad Boys reúne a Will Smith y Martin Lawrence como los policías de Miami Mike y Marcus, quienes se ven obligados a huir cuando son incriminados por fuerzas corruptas dentro de su departamento. La serie ha recorrido un largo camino desde 1995, siendo la película original una película de presupuesto modesto que convirtió a Smith en una estrella de cine y lanzó la carrera de un cierto director llamado Michael Bay.
Casi 30 años después, Bad Boys: Ride of Die ha recaudado 404 millones de dólares en todo el mundo, lo que demuestra que la serie es tan popular como siempre. Esto es aún más impresionante teniendo en cuenta que hubo una brecha de 17 años entre la segunda y la tercera entrega, pero el amor por la propiedad nunca disminuyó. Por supuesto, ayudó que la química entre Smith y Lawrence todavía fuera potente, y la saga siempre cumple tanto en el frente de la comedia como en el de la acción.
Bad Boys: Ride Or Die ya está disponible en Netflix: ¿Por qué deberías verla?
Bad Boys: Ride or Die llegará a Netflix y les dará a los pocos que se la perdieron en la pantalla grande la oportunidad de ver finalmente la exitosa secuela. Cabe señalar que la película no innova el género ni ofrece sorpresas reales; la misión de Bad Boys: Ride or Die es ser una maravilla para los fanáticos y los recién llegados por igual. Después del tono más oscuro de la tercera entrega, Ride or Die se inclina hacia la comedia y realmente le da a Martin Lawrence la oportunidad de interpretar a Marcus.
Smith hace un gran trabajo como el hombre serio del dúo, mientras que también se encarga del lado de acción de la historia. Bad Boys: Ride or Die también presenta a algunos recién llegados, con Eric Dane divirtiéndose mucho como el villano misterioso de la película. Si bien el tono de esta cuarta entrega es más tonto, contiene el hilo emocional de los «chicos malos» que intentan limpiar el nombre del difunto Capitán Howard (Joe Pantoliano).
Esto se complica aún más por el hecho de que el propio hijo de Mike, Armando (Jacob Scipio), es quien apretó el gatillo, y este último tiene que ganarse algún tipo de redención al unirse a Mike y Marcus en su búsqueda. Adil y Bilall siempre mantienen a Ride or Die en movimiento, escenificando escenas cómicas y de acción con aplomo, lo que incluye un trabajo de cámara inventivo y un uso creativo de la fotografía con drones. El dúo de directores puede carecer del estilo visual que Bay aportó a la serie, pero aún así inyectan a su película toneladas de energía.
Tal vez lo más destacable de Bad Boys: Ride or Die es que, incluso después de cuatro películas, la serie sigue sintiéndose fresca. No hay nada de hastiado o cínico en ella, y está claro que todos los involucrados se lo están pasando genial. La historia podría ser criticada con razón por sus giros y artimañas predecibles, y la subtrama que involucra a la vengativa hija de Howard, Judy (Rhea Seehorn), parece mal tejida en la narrativa central. Aun así, Bad Boys: Ride or Die está prácticamente garantizada para emocionar y entretener a la audiencia de Netflix.