Para que Batman sea uno de los mayores superhéroes de DC Comics siempre hemos pensado que no podía ser feliz. Pero las cosas pueden cambiar.
Atención SPOILERS de Batman número 78 de Tom King, Clay Mann, Tomeu Morey y Clayton Cowles. Hace un tiempo se suponía que Bruce Wayne y Selina Kyle se casarían en Batman número 50, pero las dudas de Catwoman la llevaron a dejar bruscamente a su amado en el altar. Sin embargo, el tiempo que han pasado separados ha conseguido que sus corazones se vuelvan más cariñosos y ahora ella ha regresado para ayudarlo en sus batallas.
Que se hayan reunido, significa hacer feliz a Bruce Wayne nuevamente, pero… ¿Puede Batman ser feliz?
Durante el compromiso, Selina tuvo un encuentro con El Joker y le convence de que si Batman es feliz, el superhéroe desaparecería, ya que perdería su impulso de luchar contra el crimen. Catwoman tuvo un dilema entre seguir con su amor y privar al mundo de uno de sus grandes héores o romper y que el Caballero Oscuro siga como hasta ahora.
Bruce se había convencido en gran medida de lo mismo. Su promesa de combatir el crimen no dejaba lugar para el amor o la felicidad. El dolor de la muerte de sus padres es lo que lo hizo empezar su lucha. Cualquier tipo de felicidad que se permitiera solo diluiría ese impulso. La idea no es nada nuevo para el mito de Batman en DC Comics, ya que Bruce Wayne rara vez ha tenido algún tipo de relación duradera desde que adoptó por primera vez el papel del Cruzado de la Capa.
Pero todo podría cambiar.
En el cómic de Batman número 78, sin embargo, comienza a desafiar esta suposición. Para el mundo en general, Bruce Wayne, o mejor dicho, su alias Matches Malone, y Selina Kyle parecen estar disfrutando de una escapada romántica en los trópicos. Pero los dos no solo toman bebidas frías en la playa mientras Bane continúa su estrangulamiento en Gotham. Mientras Bruce se recupera de su último encuentro con su padre de una realidad alternativa, Selina también lo ayuda a entrenar para su eventual enfrentamiento con el villano y sus aliados. Y a medida que mejora y su fuerza regresa, también lo hacen los sentimientos que Bruce y Selina aún albergan el uno con el otro.
Parte de ese retorno, sin embargo, es que cada uno de ellos confiesa cómo su tiempo de separación los ha cambiado. Selina, a pesar de su heroica intención, no se sintió muy bien después de lo que había hecho. Dejar a Bruce no fue una victoria para ella, ya que había matado el futuro que había imaginado para ellos. No se sentía como una heroína por permitir que el mundo conservara a Batman. Se sentía como la ladrona que siempre ha sido por robarle ese futuro a Bruce.
Por primera vez, Bruce admite que estaba roto, y fue porque Selina lo dejó. Su estado emocional era obvio para todos los que lo rodeaban, tanto si se hablaba abiertamente como si no. Selina se había ido, y el mundo contaba con un Batman, pero era un Caballero Oscuro conducido a las profundidades de la desesperación. Así que no era el héroe que Selina pensó que ella estaba preservando.
Pero a pesar de que estaba roto, nunca la culpó por eso. En cambio, se culpó a sí mismo y a su propia creencia de que siempre necesitaba estar solo.
Sí, la partida de Selina, y el tiempo transcurrido desde entonces, ha hecho que Bruce comience a repensar lo que su corazón necesita para ser Batman. Bruce ha creído durante mucho tiempo que su promesa de luchar contra el crimen y el deseo de ser feliz eran objetivos mutuamente excluyentes. Ahora, sin embargo, comienza a darse cuenta de que tal vez no sea el caso y, tal vez, nunca lo haya sido.
«Tal vez no vivimos por el dolor», le dice Batman a Selina. «Tal vez vivimos para luchar contra el dolor».