Con motivo de la llegada del nuevo cruce ECC reúne en una edición especial los tres crossover que desde los 90 unieron los caminos de Batman y Spawn
La icónica figura de Batman es alargada, todo autor que ha trabajado en el personaje lo recuerda nítidamente. Todd McFarlane también, aunque fuera breve, su estancia en la saga Año Dos escrita por Mike W. Barr siempre está entre las clásicas del hombre murciélago. Y cuando el artista decidió lanzarse a la aventura de hacer su propio cómic en su propia editorial no pudo evitar que la influencia del caballero oscuro alcanzara a su creación.
Spawn tiene muchos padres ideológicos, Spiderman y Veneno, Fausto o los cómics del Doctor Extraño se pueden entrever en su origen, su diseño y la estética de su mundo. Y Batman y su imaginería, su ciudad neogótica llena de gárgolas, su corrupción y monstruos vestidos de traje, conforman una buena parte de la forma inicial de Al Simmons y su universo.
Gracias a esto cuando se anunció su cruce los fans se volvieron locos. Cuando se anunció que Frank Miller regresaría a Batman para escribir el cómic correspondiente a Image los fans convirtieron un cómic en una fiesta. En aquel tiempo se hacía siempre una entrega por editorial, así había un Punisher/Batman y un Batman/Punisher dependiendo de si era DC o Marvel quien se encargaba de cada especial, en el caso de nuestros protagonistas encapotados los elegidos para cada número no podían diferir más. Así nacían Spawn/Batman y Batman/Spawn Guerra diabolica, hermanos mellizos pero no gemelos.
Batman/Spawn Guerra Diabólica
Batman/Spawn Guerra Diabólica estaba escrito por Doug Moench y dibujado por Klaus Janson. EL primero llevaba muchos años ocupándose de la serie del hombre murciélago en sagas tan conocidas como la Caida del Murcielago u la Cruzada, el segundo era un nombre de sobra conocido como autor y entintador (en especial se recuerda su época con Fran Miller en Daredevil).
Ambos construyeron una historia clásica con Batman investigando un caso que envolvía un elemento sobrenatural, que era la razón para que un todavía confuso Spawn acaba en Gotham. Investigación por parte del murciélago y mucha introspección en caso del engendro, Moench conocía los mecanismos del detective y leyó con precisión el punto en el cual se movía Al Simmons en ese momento. El resultado no pasará a los anales del cómic, pero resulta entretenido y es un encuentro natural donde ninguno de los protagonistas se eleva totalmente sobre el otro.
Janson es un autor completo, entintador con una personalidad apabullante, como dibujante no tiene tanto impacto, pero cumple con una narrativa clara y una suciedad y oscuridad que en el caso de los personajes que nos ocupa encaja muy bien. No es fruto de agrado de todos, pero nadie puede decir que su bibliografía es menor, al revés, es impresionante con todos los autores que ha trabajado ya sea con lápices, tinta o coloreando.
Todd McFarlane y Frank Miller
En lado contrario se encontraba la pareja que se encargaba del número de Image: Todd McFarlane y Frank Miller. El niño prodigio que se auto asignó todo el éxito de su época en Spiderman y un genio que se encontraba en el momento más reaccionario de toda su carrera. Todos esperaban algo realmente especial de este cómic. No todos se llevaron lo que esperaban.
Miller se encontraba en su momento más libertario, apoyando el uso de la fuerza como medida disuasoria para casi todo, con un apoyo casi ultra al nacionalismo americano y las políticas liberales. El resultado fue crítico con el gobierno, con las fuerzas del orden y contra todo aquello que no defendiera una libertad casi paranoica. Siempre con pulso y directo a las tripas apela a los americanos y a la autodefensa, a evitar la intervención estatal y a la influencia en la economía de fuerzas exteriores. No es un mal cómic, pero Batman casi se convertía en un juggernaut imparable que respondía poco a lo que siempre representó.
McFarlane abrazaba también muchas de las ideas de Miller, que también mantuviera a Spawn un paso por encima de Batman ayudó. El dibujo es puro Image, puro Spawn, planos cortos y detalle en medio de las páginas o llenando las composiciones que Miller llenaba de textos lapidarios y grandes viñetas para disfrute de los fans que no se estaban enterando de mucho pero siguen hipnotizados por el arte de un MacFarlane desatado. La historia tiene más trama que páginas lo que hace que parezca un poco acelerado, pero así era el estilo Image.
Ambos especiales gozaron de ventas, en especial el de Miller y McFarlane, y en España disfrutaron de ediciones de los sellos que manejaban ambos personajes. Pero tras muchos cambios de editorial y la desavenencia que aparece cuando dos editoriales manejan los derechos , hemos tardado mucho en ver reeditadas estas dos obras.
Batman/Spawn
Pero con la llegada de un tercer cruce de Batman y Spawn la necesidad de publicarlas era alta, y ECC publica las 3 de forma separada o en un pack para disfrute de los fans. Sobre todo porque la tercera pelea estaba dibujada por Greg Capullo, artista que despuntó en Spawn y que firmó una etapa notable en Batman y terminó dibujando dos de los eventos DC de la década, los Metal con Scott Snyder.
Pero era Todd McFarlane el escritor de esta nueva historia, el equipo que durante mucho tiempo impulsó a Spawn volvían a reunirse. El resultado, un especial que encaja en la cronología del engendro infernal, que es inocuo para Batman, pero demuestra que Todd no ha perdido su cariño por Batman. El detective sigue siendo poderoso e intimidante, pero también muy inteligente, lo que lo coloca al mismo nivel que Simmons, quizá un poco por encima cuando encuentra su debilidad.
Capullo es uno de los mejores dibujantes del panorama USA, y el regreso a Spawn le sienta bien. Oscuro, callejero, lleno de basura, el mundo de Al Simmons es todo lo que recordábamos, sucio y con maldad a cada paso. La inclusión de Batman no aporta luz a este universo, pero si claridad y un objetivo para definir el problema que se plantea. Una vez más como en sus series, Spawn y las zonas infernales que ha cerrado centran la trama, pero a Capullo le da igual, su mundo es igual de oscuro sin ser el infierno.
Es una historia que responde más a Spawn que a Batman, que ejerce de Hannibal Lecter de una Clarice encarnada por Al Simons. Si alguien espera una odisea de golpes y acción como lo fue el cruce de los 90 que se olvide, es más sinuoso. Hay peleas, pero no es eso lo importante.
Conclusión
En general Batman/Spawn no pasará a la historia por su calidad, ninguno de los tres cruces, pero siempre serán recordados por el impacto y por los autores que llevaron a cabo la hazaña de mezclar al personaje origen y al resultado de su influencia con lógica y sin hacer una chapuza.