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¡Lo han vuelto a hacer! Black Mirror hace historia con un episodio que insulta directamente a Netflix, su plataforma streaming de acogida.
Black Mirror ha insultado a Netflix en un episodio histórico. Un nuevo episodio de la sexta temporada ha atacado con ironía a la propia plataforma streaming que la produce. La célebre serie es conocida por sus comentarios sociales distópicos y sus historias con moraleja sobre tecnologías siniestras. Ahora resurge con cinco nuevos episodios alucinantes que invitan a la reflexión. La nueva temporada cuenta con un reparto repleto de estrellas, como Salma Hayek, Aaron Paul y Zazie Beetz.
Sorprendentemente, la temporada 6 de Black Mirror presenta varios casos y temas que van en contra de la imagen de Netflix. Al parecer, el servicio streaming permitió que el contenido se emitiera. A pesar de que podía dañar su reputación. O señalar situaciones anteriores por las que la empresa se había enfrentado a críticas públicas. La serie siempre ha sido exigente con los peligros potenciales y las inmoralidades de las tecnologías. Tecnologías utilizadas habitualmente en el entretenimiento. Es el caso de las cámaras, los programas de televisión y las populares aplicaciones sociales.
El capítulo 2 de la temporada 6 ha sido devastador
(Avisamos de spoilers a partir de ahora) La sexta temporada de Black Mirror se centra específicamente en la industria del entretenimiento de una serie de formas novedosas. No esconde los posibles paralelismos que desprecian de forma asombrosa a Netflix. El episodio 2 es una crítica directa a la frecuente explotación a la que se enfrentan las personas de la vida real implicadas en narraciones de crímenes reales.
El capítulo de Black Mirror retrata con maestría la espantosa realidad que rodea los traumáticos sucesos de los implicados en crímenes atroces que se convierten en contenido de interés para que los servicios de streaming como Netflix los vendan como entretenimiento. Su final es conmovedor. Señala cómo las producciones televisivas o cinematográficas ignoran deliberadamente a las personas afectadas por los crímenes reales.