Se cumplen 38 años del estreno de Blade Runner película de culto dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Harrison Ford
Lo primero que tengo que decir, es que Blade Runner es una de las películas sobre las que me da miedo escribir. No solo porque es una película que me gusta mucho, y en la que cada vez que la veo, descubro algo nuevo y diferente (y no solo debido a los innumerables montajes que existen de ella, y de los que me ha visto casi todos, pues poseo la versión en VHS, el primer DVD que salió con montaje del director, y sin doblar al castellano, y el definitivo Director’s Cut de 2008, sino también porque sé que es una película de culto, con muchísimos fans en todo el mundo que, sin duda, podrían ser muy críticos con lo que se escribiera sobre ella.
Tras volver a ver el documental que acompaña a la última edición en DVD, y que dura la friolera de 3 horas y media, lo que me queda, sin duda, es la cantidad de dificultades por las que atravesó la película. Pero hablaremos más adelante sobre ello.
La película está basada de refilón en una de las novelas del maestro de la ciencia ficción Philip K. Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Con un guión de Hampton Fancher y David Peoples, narra como si una película de cine negro se tratara (y lo es también), un episodio en la vida del detective y Blade Runner, Rick Deckard. Los Blade Runners son los encargados de “retirar” a los replicantes que se escapan de las colonias y llegan a la Tierra. En el año 2019, han llegado cuatro, y se encarga a Deckard que los retire. Estos cuatro son del último modelo de la Tyrrell Corporation, Nexus 6, muy inteligentes por estar creados por el dueño y genio de la empresa, lo que hará muy difícil el encargo a Deckard. Para ayudar a su localización, se le proporciona una entrevista con uno de los replicantes que Tyrrell guarda en su empresa sin que este sepa realmente lo que es. Se trata de un modelo femenino, que busca la ayuda del detective al darse cuenta de su propia condición. Ambos comienzan una accidentada relación, en medio de la busca y retiro de los otros replicantes.
Una película pausada (que no lenta), y que abordó en el guión Hampton. Este quedó agotado de los continuos cambios que Ridley Scott le proponía, y ante su negativa, Scott, buscó ayuda en otro guionista, David Peoples. Los problemas no acabaron en el guión, ya que el proyecto tenía una gran envergadura y hacía falta buscar más financiación, pues se doblaba el presupuesto inicial. Cuando por fin se consiguió, se hizo rápidamente, y sin mucha posibilidad de negociación, lo que dio un excesivo control en el montaje a los que habían puesto la pasta.
Para la elección del elenco de actores, se llegó a proponer como protagonista a Dustin Hoffman, tras haber desechado la primera opción que era Robert Mitchum. Hoffman se implicó mucho en el proyecto, pero la duración de la preproducción se alargó tanto, que al final quedó completamente desvinculado y se tuvo que buscar a otro protagonista. Scott había oído hablar muy bien a Steven Spielberg de Harrison Ford, que buscaba un papel más dramático que los dos que había interpretado recientemente (Star Wars e Indiana Jones), y aceptó el papel. Un papel, que bien puede decirse que ha sido el mejor de su carrera.
Para el personaje de la replicante femenina y pareja de Deckart, y tras un largo casting y un montón de pruebas, Scott quedó prendado de la frescura de una joven Sean Young, que tan solo contaba con 22 años. Uno de los mayores problemas de Young era su inexperiencia, lo que le valió la dependencia de Scott y la exasperación de su compañero Ford, con el que mantuvo más de una discusión, en la que ella acababa llorando. Esto sin duda benefició a la actuación de ambos, y se puede apreciar en al película toda esa tensión sostenida a lo largo de casi todas las escenas que comparten. Algo que como digo, vino muy bien para el desarrollo de esta extraña relación.
Rutger Hauer fue el líder de los replicantes. También con una actuación soberbia, llena de improvisación y aportes por su parte, lo que le dio ese carácter de juguetón, ambiguo, y asilvestrado que tan bien la sienta al personaje. De hecho, el monologo final de su muerte es prácticamente invención suya, y ha quedado grabado a fuego en la mente de los muchos que, como yo, son fans de la película: esos “recuerdos, que se perderán como lágrimas en la lluvia” aún me pone los pelos de punta.
En el cast tenemos también a una atlética Daryl Hannah, como replicante acompañante de Hauer. Brillante también. Y podemos nombrar a otros grandes secundarios con grandes papeles, como Eduard James Olmos con esa Interlingua basada en numerosos idiomas que él mismo se inventó, Joanna Cassidy, M. Emmet Walsh,…
Tras un rodaje tumultuoso, lleno de humedad, lluvia, suciedad, con Scott llenándolo todo de humo procedente de carbón quemado para aún dar más la impresión de un futuro sin mucho futuro (valga la redundancia), donde todo es oscuro y triste, se llegó al montaje. Aquí vinieron los grandes problemas, pues los productores querían una película que el gran público entendiera, algo que no parecía muy claro tras unos primeros visionados de prueba. Empezaron con los recortes de escenas para ellos innecesarias, metieron una voz en off, para que todo quedara mucho más claro.
Es algo que entiendo, pues yo he visto el montaje doméstico, que es el que hicieron los productores con voz en off, y la última versión, con lo que supuestamente de verdad quería hacer Scott, y sin duda, para mucha parte de público, y sin haber visto el montaje “fácil”, puede ser difícil de ver, o incluso aburrida por esos momentos, en los que no hay dialogo, pero las imágenes hablan por si solas. Algo muy parecido me pasó con ‘Drive’, alabada por muchos (entre los que me encuentro) y ninguneada por otros, por su “lentitud”.
La recepción por parte del público y la crítica, tampoco ayudó mucho, pues el estreno coincidió con otro de los grandes de la ciencia ficción, ET. Y parte de la crítica la tachó de compleja y lenta. Sin duda, lo que fue es adelantada a su tiempo, lo que jugó mucho en su contra a la hora de ganarse al público, aunque el tiempo la ha puesto en su sitio, siendo considerada hoy en día como un gran clásico del cine de ciencia ficción, una obra de culto para muchos, y perfecta para otros.
Solo me queda una cosa por añadir (bueno, muchas, pero no quiero aburriros con un exceso de detalles), os recomiendo que tras el visionado de Blade Runner, le deis una oportunidad al documental de la película, pues a pesar de contar con una extensa duración, en el podréis ver desde detalles de la filmación, anécdotas, declaraciones de los actores, productores, guionistas, director,… escenas eliminadas, pruebas de escenas, multitud de diferentes puntos de vista, e incluso diversas pruebas de casting para los actores fichados y eliminados. En fin, una gozada de reportaje.
Espero haberos animado a volver a ver esta magnífica película, y si nunca la habías visto a que la descubras. Imprescindible para cualquier buen cinéfilo y aficionado.