Gracias a la formidable colaboración entre blogs, tengo el placer de poder publicar aquí mi artículo especial publicado hace unas semanas en cineralia.com, web donde colaboro de forma más activa, constando el especial de tres partes. Así que aquí os dejo la primera parte, de Cine y videojuegos: Cuando Hollywood se fijó en la videoconsolas que espero que os guste y os sintáis identificados.
Desde que empezaron a aparecer los videojuegos y ser fuertemente acogidos por el público, siendo cada vez más adictivos y con mayores medios, así como con unos gráficos y guiones de calidad muy superior a muchas películas de Hollywood; los estudios de cine vieron ahí una vía de escape a tantos flojos guiones, secuelas infames y productos de calidad más que mediocre.
De esta forma, empezaron a proliferar las adaptaciones al cine de videojuegos y los juegos para las videoconsolas de los últimos estrenos de Hollywood, con mayor o peor acierto y calidad; así como múltiples rechazos de los fans más acérrimos del formato original.
Así, empezaron a adaptarse al cine los juegos más exitosos del mercado; donde algunos eran muy fieles a la idea original, otros se tomaban licencias, y algunos sólo utilizaban el nombre para embarcarse en un producto muy alejado del concepto original.
Vamos a centrarnos en las adaptaciones cinematográficas, dejando de lado las múltiples adaptaciones a la pequeña pantalla que se han producido (y se seguirán produciendo) a lo largo de las últimas décadas, como las series de animación de ‘Pokemon’, ‘Sonic’, ‘Súper Mario Bros.’ o ‘Pac-Man’, por poner algunos ejemplos.
La primera gran adaptación fue ‘Súper Mario Bros’ en 1993, con Bob Hoskins, John Leguizamo y Dennis Hopper. Esta cinta fue un desastre mayúsculo, convirtiéndose en una vergüenza para los que la protagonizaron y un horror para los que la vieron (un servidor entre ellos). Su media de 2,9 en Filmaffinity demuestra el cariño que le tienen los espectadores.
Después de tremendo batacazo, las productoras se lo pensaron dos veces antes de volver a adaptar un videojuego, y fue Universal quien decidió arriesgarse adaptando ‘Street Fighter’. Para conseguir captar a los espectadores, contrataron a la estrella de películas de acción y lucha Jean Claude Van Damme para que capitaneara lo que resultó ser un despropósito total, con un guión y dirección del guionista de ‘La jungla de cristal’, muy alejadas en calidad y espectáculo ambos libretos. Dicho esperpento cuenta con una media de 2,6 en Filmaffinity.
Un año después, llegaría de la mano del cuestionado director Paul W. S. Anderson la adaptación a la pantalla grande del videojuego ‘Mortal Kombat’, película más aceptada y mejor valorada por los fans, la cual dejaba mucho que desear y desaprovechaba a unos personajes muy jugosos e interesantes.
Así las cosas, y viendo que los videojuegos seguían enganchando a una generación tras otra y recaudando millones, fue Paramount la que en 2001 decidió que ya era hora de que Lara Croft tuviera su propia película, eligiendo para ello a Angelina Jolie. Nadie objetó la elección, pero la cinta fue un nuevo desastre, con un guión inexistente y escenas diseñadas para el lucimiento de su protagonista. Aún así, posee más media que sus predecesoras (4,5), contando con una secuela aún más pésima dos años después.
Viendo que todas las adaptaciones resultaban ser fracasos en taquilla, Columbia Pictures y Square Pictures decidieron que la mejor forma de adaptar ‘Final Fantasy’ pasaba por hacerla íntegramente por ordenador, donde sus primeras imágenes presentaban unos efectos y calidad en los gráficos por ordenador excelentes. Los fans fueron en masa a verla, propagándose rápidamente su aversión a la cinta. Pese a ello, fue la primera adaptación en ser aprobada en general por los fans, consiguiendo una media de 5,5.
Pero había un videojuego de éxito que aún no había sido adaptado, la saga ‘Resident evil’. Esto se remedió en 2002, cuando de nuevo Paul W. S. Anderson se involucró en la adaptación de un juego. La cinta contó con Milla Jovovich y la explosiva Michelle Rodríguez, consiguiendo un gran éxito (el primero de una adaptación) a pesar de las discutibles divergencias con el argumento original. Tal fue la aceptación y cariño hacia su protagonista, que le siguieron cuatro secuelas en carne y hueso y varias de animación japonesa. Pero tanta secuela y éxito son engañosos, puesto que la calidad de la saga disminuye con cada secuela nueva estrenada de manera abismal.
Mención a parte y muy desagradable merece la adaptación de ‘Alone in the dark’ llevada a cabo en 2005 por Uwe Boll, calificado como el peor director de la historia del cine, ahí es nada. Tener semejante director y una media de 2,3 ya lo dice todo, no deseo añadir más leña al fuego.
Y hablando de pésimas adaptaciones, no podíamos olvidarnos de ‘Doom’, estrenada en 2005 y protagonizada por Dawyne Johnson “The Rock” y Karl Urban. La película resultaba pasable a pesar de sus incoherencias y guión flojísimo. Destacar el empeño por imitar en algunas escenas el mítico plano en primera persona del juego original.