Son jóvenes, son mutantes, son diferentes, ¿o sólo son jóvenes? Brian Wood apoyado por Warren Ellis nos hablan de las dificultades de la adolescencia, ¡y más si tienes poderes!
Segundo de los tomos que reúne los últimos números de aquel reinicio que el guionista escocés Warren Ellis trató de llevar a los títulos más jóvenes de las franquicias mutantes. Generación X, los herederos de Los Nuevos Mutantes cierran su historia con estos capítulos que aún se mantenían sin publicar en España.
Algo ha cambiado en ‘Generación X’, en la Academia de Massachusetts, y no es sencillo de aceptar por parte de ninguno de los miembros del grupo. Mientras, el gobierno decide que los adolescentes son un problema, ¡y si tienen poderes aún más! Un campo de concentración, peleas, relaciones personales, todo es una batalla donde los más jóvenes de los X Men tuvieron que pelear a principio de siglo. De mano de Warren Ellis y sus argumentos llegaba la revolución de las franquicias más jóvenes: ‘Contra X’.
Aunque Brian Wood es un respetado guionista a día de hoy, cuando tomó esta serie estaba mas acostumbrado a las editoriales independientes, y a los temas menos heroicos y más cercanos, y eso se nota en el tono de la serie cuando la coge completamente en sus manos y comienza sus tratamiento más allá de lo que Warren Ellis impusiera en la línea. Y eso puede ser un valor añadido para los lectores, o una forma de que pierdan el interés. La vida personal, las diferencias entre humanos y mutantes, y humanos y humanos, puede ser un gran tema en la adolescencia de los protagonistas, pero para el público puede ser muy interesante, o intrascendente. Los lectores de superhéroes son exigentes, y piden no sólo grandes momentos, sino momentos intensos emocionalmente, Wood consigue en muchos momentos ese punto medio, pero en ocasiones acaba siendo demasiado discursivo, le falta actividad.
En obras posteriores gano en acción en el drama, en este caso hay varios capítulos que se convierten en dramas de inacciones, lo que los amantes de los mutantes no suelen buscar. La vida es jodida para un mutante, y tiene que luchar por ella, si falta eso, los mutantes no son más que unos marginales, y ahí falla Wood por ejemplo en el capítulo de Cámara, Jono no lucha. La serie termino cerrando, los nuevos mutantes tuvieron que cambiar a ‘X Force’, pero esta serie no tenía esa posibilidad, ya existía una ‘X Force’, y aunque Wood y Ellis añadieron detalles para futuras aventuras, ‘Generación X’ no consiguió ver donde iba el futuro de los mutantes, nos e adapto, y acabo cerrando, y sus miembros pasaron a formar parte de otras series con la X.
Otro de los detalles que destacan de esta serie es su dibujante, Steve Pugh. El británico tiene un estilo propio que ha desfilado por series legendarias de la línea Vértigo como ‘Predicador’ o ‘Hellblazer’. Muy expresivo y con tendencia al “feísmo” y la exageración de rasgos para buscar la expresividad, no parece el indicado para escenas de acción de superhéroes como los mutantes. Mientras que en un terreno más sobrenatural o de terror, encaja como un guante, aquí resulta un poco fuera de lugar. Si bien los diálogos y momentos de relajación, el capítulo de Jono es un ejemplo claro, funciona muy bien gracias a esa exageración de la gestualidad, en los de acción falla en la espectacularidad, no así en crear seres deformes y horribles en el primer arco del tomo. Extraña decisión para este tipo de serie.
En conclusión, una serie interesante que no tenía el enfoque adecuado a la línea a la que pertenecía. En otro lugar, otra editorial quizás hubiera tenido más tiempo para crecer, pero en la franquicia mutante no terminaba de encajar. Una lástima porque podría haber significado una nueva ruta para hacer héroes adelantada a su tiempo, ya que ahora mismo dicha temática ya está siendo explotada.