Freelance es una película llena de acción, peleas con gran coreografía y carcajadas sólidas, pero su punto flojo es el guion.
Jacob Lentz debuta como guionista de cine con Freelance después de haber trabajado en el show de Jimmy Kimmel, y aunque se notan varios errores técnicos y creativos, su real punto fuerte se hace lucir en la comedia y realmente salva gran parte de la película en ciertos puntos, haciendo olvidar varios de estos errores.
El personaje de Mason Petéis, interpretado por John Cena, es el protagonista y corazón de la película. A pesar de traer la personalidad y humor que esperamos de él, su personaje cae en el arquetipo cliché de exmilitar que tras dejar el ejército es forzado a dejar su cotidiana vida para volver a la acción.
Todo su pasado es explicado al principio de la película con una secuencia en primera secuencia de su pasado, en el que explica su deseo de tener una vida que le llene y su búsqueda para encontrarla, la cual logra encontrar en el ejército, pero tras un ataque a su helicóptero sobre un país ficticio de Latinoamérica lo pierde todo.
Al pasar esto pasa la escena a tercera persona, donde vemos a Mason por primera vez, de espaldas vemos una gran cicatriz a lo largo de su espalda y está mirando con nostalgia fotos de sus años en el ejército. Esta simple imagen nos dice todo lo que tenemos que saber sobre el personaje y su insatisfacción con su nueva vida en los suburbios.
Este es uno de los primeros problemas del guion, con una imagen tan potente, toda la secuencia inicial en primera persona se convierte redundante, pero este es el único caso en el que se le perdona, por el humor y la originalidad de la secuencia, pero un rayo no cae dos veces en el mismo sitio.
Por lo mucho que repiten a lo largo del primer acto que el protagonista no está feliz en su vida actual no aplica en nada a su motivación, de hecho cuando le ofrecen un trabajo de guardaespaldas, lo rechaza al principio, ya que él acepta la responsabilidad que tiene a su nueva vida y solo acepta cuando le ofrecen una cantidad indecente de dinero, que ni siquiera es establecido en ningún momento que lo necesita. De hecho, se le ve realmente incómodo cogiendo este trabajo, así que no tiene ninguna motivación real. Aunque todo es para su transformación final que sí que es desarrollada de forma satisfactoria.
En verdad es una película que sufre mucho debido a como su protagonista y guion está desarrollado, en verdad hay escenas que si a las cuales les hubieran cambiado el orden habría sido todo más coherente. Pero todo se salva en el segundo y tercer acto, con una comedia perfecta y escenas de acción emocionantes. Freelance es una película con varios errores técnicos, pero sus personajes son tan carismáticos que merece la pena, convirtiéndola en la película perfecta para ver un fin de semana con tus amigos y reírse.