En unos días se entrena en España Green Book, la película dirigida por Peter Farrelly y protagonizada por Viggo Mortensen y Mahershala Ali.
Green Book, nos cuenta la historia de Tony (Viggo Mortensen), un rudo italoamericano contratado como chófer para el pianista Don Shirley (Mahershala Ali), que es negro.
Tendrán que confiar en el libro verde, donde se muestran los locales seguros para afroamericanos. Juntos superarán los prejuicios gracias al humor.
Empezando por la trama he de decir que es genial, una buena historia construida a base de dos personajes que no decae en ningún momento de la película y que no recurre a tópicos y trucos fáciles para hacerte llorar o reír. El humor de la película es ingenioso y que no llega a faltar al respeto nunca, joyas hechas diálogos.
Hay momentos bastante predecibles, todo hay que decirlo, como el desarrollo de la amistad entre Tony y Don Shirley, aunque por otro lado lo mejor de la película es la química entre Mortensen y Ali. Sus personalidades se complementan. El nervioso y el tranquilo.
Se utiliza el viaje de ambos personajes como metáfora al viaje interior que sufren ambos personajes, según avanza el viaje, avanzan los personajes y, a la vez, sus pensamientos.
La composición de los colores es fabulosa, entre ocre y pastel para diferenciar los momentos cómicos y los momentos de drama. Al igual que la fotografía de Sean Porter, que nos sitúa a la perfección dónde transcurre la aventura.
Hecho en falta un poco más de música por el simple hecho de compartir viaje con un famoso pianista.
A nivel personal diré que esta película puede apuntar para clásico como sucedió con Tres anuncios a las afueras, aunque esta se quedó injustamente sin Oscar a la mejor película que se lo llevó la bochornosa La forma del agua. De hecho ha sido una de las nominadas y afortunadas en Los Globos de Oro.
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