Parece inevitable que la franquicia de Parque Jurásico vaya perdiendo calidad a medida que estrena nuevas entregas y Jurassic World: Dominion es un buen ejemplo.
Hay películas que llegan en el momento adecuado combinando un guión sorprendente, la cantidad justa de acción, efectos especiales rompedores, con una banda sonora que acompaña a la perfección y un reparto que está a la altura de las circunstancias. Pero obviamente todas estas cualidades no las tiene Jurassic World: Dominion. Ya que solo es una historia más, que pretende llenar las salas y que la olvidemos rápidamente. Porque lo único que provoca es que te hagas las siguientes preguntas: ¿Qué hacemos con la saga? ¿Harán más entregas o la dejarán morir? Solo los resultados de taquilla responderán a esto, pero todo hace pensar que pasará mucho tiempo hasta que volvamos a ver a los dinosaurios en el cine y quizás sea lo mejor.
Todo esto es algo que a mi personalmente me duele, ya que pude ver de niño Parque Jurásico en el cine en el año 1993 y te dejaba la sensación de que estabas ante un momento histórico que cambiaría la industria para siempre. Mientras que esta nueva película, ni siquiera será lo mejor de 2022.
Además, habían prometido que sería la gran culminación de la nueva trilogía y de la saga en general. Pero no aporta nada nuevo y ofrece escenas que ya hemos visto una y otra vez en diferentes formatos. De hecho, el momento «Malta» que no contribuye mucho a la trama. Simplemente sirve para que haya persecuciones imposibles sacadas de la saga Fast and Furious con dinosaurios.
Atención SPOILERS:
Los eventos de Jurassic World: Dominion transcurren unos 4 años después de El Reino Caído. Los dinosaurios están sueltos por la naturaleza y se reproducen a gran velocidad, lo que provoca que haya choques con los seres humanos. Owen Grady (Chris Pratt) es una especie de vaquero, mientras que Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) es una activista que lucha contra la explotación de los prehistóricos animales y juntos cuidan de Maisie Lockwood (Isabella Sermon) como si fuera su propia hija. Ellos la mantienen a salvo, ya que hay una malvada compañía llamada BioSyn que la busca. Por otro lado y ahora llega lo novedoso de la saga y que no funciona muy bien, es que esta empresa crea unas langostas (insecto) prehistóricas del tamaño de un gato que arrasan con los cultivos del mundo.
¿Por qué alguien querría hacer eso? Bueno, la respuesta más rápida es que los propios cultivos de BioSyn no los tocan. Lo que con el tiempo se convertirían en los productores principales de alimentos básicos del mundo, dejando una gran cantidad de muertos por hambre en el camino. Esto lo sabe bien Ellie Sattler (Laura Dern) que busca a su gran amigo Alan Grant (Sam Neill) para que le ayude. Por suerte, Ian Malcolm (Jeff Goldblum) trabaja dentro de BioSyn y les puede facilitar las cosas a la hora de conseguir pruebas.
Así que, ya tenemos a todos los personajes y la situación mundial presentada, ahora solo falta que se desarrollen los acontecimientos. BioSyn encuentra y secuestra a Maisie y a Beta la cría de Blue, el velocirraptor que hemos visto desde la primera entrega de Jurassic World. Por eso Owen y Claire recorren medio mundo para encontrarlos, por el camino conocen a la piloto Kayla Watts (DeWanda Wise) que les ayudará porque es una contrabandista y se da cuenta de que tiene que hacer lo correcto. El guión se las ingeniará para que todos se reúnan y traten de escapar juntos del caos provocado.
¿Por qué la película no funciona como debería?
Si quieres ir al cine para ver dinosaurios hechos a la perfección, momentos de acción trepidante, escenas de tensión, algún que otro susto y un reparto con bastante carisma, Jurassic World: Dominion te gustará. Si por lo contrario, quieres una experiencia cinematográfica que te impacte y que ofrezca algo diferente al cine que hacen hoy en día, esta historia te defraudará. Además, han resuelto todos los momentos claves copiando a las películas anteriores. Muchos podrían pensar que es un homenaje, pero da la sensación de que son recursos sencillos y que no han pensado demasiado el guión. Un ejemplo muy claro es el destino del villano, Lewis Dodgson (Campbell Scott), que era súper previsible y copia descaradamente a Parque Jurásico. Incluso la batalla final entre dinosaurios te deja indiferente, probablemente porque solo sirve para demostrar que saben recrear muy bien a los dinosaurios con CGI.
Colin Trevorrow ha intentado ponerse en la piel de Steven Spielberg, con referencias a Indiana Jones incluidas, pero obviamente no lo consigue. Ya que no ha estado a la altura de la saga en esta ocasión, algo que sí consiguió con la primera entrega de la trilogía de 2015, que trajo frescura y novedades a la franquicia. Mientras que los actores son los que salvan la película del desastre absoluto porque hacen un buen trabajo y eso que el guión no les ayuda en nada.
En definitiva, Jurassic World: Dominion no pasará a la historia del cine y ni siquiera consigue transmitir el mensaje ecologista que pretende. Pero lo peor de todo es que el final te deja casi como al principio de la película. Así que probablemente esta es la misma sensación que tuvimos los que vimos Jurassic Park III (Parque Jurásico III) de 2001 en el cine. Pero ahora es tu turno… ¿Qué te parece la película? Déjame tu comentario en la sección de opinión.
Una última curiosidad es que hace unos meses compartieron online el prólogo de 5 minutos, donde podíamos ver a los dinosaurios hace millones de años. Luego había un salto temporal a nuestros días, donde un Tyrannosaurus Rex aterrorizaba a la gente de un autocine. Pero la han eliminado del montaje final, así que os dejamos la escena desaparecida a continuación:
Lo cierto es que esta escena era bastante interesante dando a entender que el mosquito que pica al dinosaurio es el mismo con el que sacan el ADN para recrear el Tyrannosaurus Rex de la primera película.