Hoy se ha estrenado Perdiendo el este, la secuela de Perdiendo el norte, la película dirigida por Paco Caballero y protagonizada por Julián López, Carmen Machi y Edu Soto entre otros.
Tras Perdiendo el norte llegan las nuevas aventuras de la generación perdida, que en su búsqueda de fortuna por el Lejano Oriente se va a encontrar más perdida que nunca.
Tras la primera película, que recaudó la friolera de diez millones de euros en taquilla, llega esta innecesaria segunda parte en la que cada dos por tres te lanza chistes y chistes sin ningún sentido respecto a la trama y que ninguno tiene ni la más mínima gracia, incluso algunos que rozan el racismo de una manera estúpida y grosera. A diferencia de la primera película que permitía una pequeña reflexión sobre la crisis y la situación de España en esta no tenemos ninguna reflexión, no sea que el público se pierda los geniales chistes de la peli mientras piensa (es ironía).
El guion es lamentable, la trama es rancia, cansina y repetitiva, siempre la misma fórmula con los mismos actores de siempre. El único actor que tiene un poco de cancha es Julián López (que tampoco es que sea para tanto) y el guion no logra sacarle provecho, la historia de amor no está bien estructurada y el espectador no empatiza en ningún momento con los personajes. Y los secundarios que lo único que hacen es repetir las mismas bromas que no tienen gracia la primera vez y la quinta tampoco.
Paco Caballero que se estrena como director de una película (qué mal estreno, por cierto, logra una película sin fuelle, sin carisma y más plana que el rape. Habrán perdido el este, pero tú no pierdas el tiempo viéndola.
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