Spiral Saw, dirigida por Darren Lynn Bousman y protagonizada por Samuel L. Jackson y Chris Rock
Spiral: Saw ve hoy la luz después de bastante tiempo en la sombra, de hecho, no tenía ni idea de su estreno hasta hoy; ni me acordaba de la película; quizá sea la casa promoción, la pandemia o que realmente es bastante pobretona. La primera mitad se centra en un trhiller policiaco que recuerda la primera entrega de la saga; pero que a mitad de película sufre un bajón enorme. Tenemos un nuevo villano con cara de cerdo que pretende seguir los pasos de Kramer.
Spiral: Saw cuenta con trampas brutales; siguiendo el ejemplo de la saga, pero que cortan el ritmo de la trama principal y que parecen metidas con calzador para que el espectador no se aburra demasiado. Las escenas con trampas y torturas son cortas y van al grano lo que en sí es un gran problema; porque no empatizas con ningún personaje, simplemente son un amasijo de carne al que ver morir y sangrar y ya; no despiertan ninguna emoción más. Unos personajes que son elegidos por ser policías corruptos, es lo único que sabemos. El protagonista es Zeke Banks, un agente de policía en el que nadie confía después de delatar a uno de sus compañeros tras asesinar a un hombre que resultaba ser inocente.
Conclusión
Esta nueva entrega rompe el tono de las anteriores; las actuaciones de Jackson y Rock están correctas; sin ser nada perfecto ni destacable, de hecho los momentos cómicos de Rock me chirrían a cada rato y hacen que deje de prestar atención a la película. Para ser una película de la saga Saw no le veo el terror, ni intriga, ni nada por el estilo. Se me hace coja, tuerta y manca; eso sí, al menos se mantiene en pie, que ya es algo.
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