Anne Hathaway y Jessica Chastain lo dan todo en Vidas Perfectas, dirigida por el francés Benoît Delhomme, pero a pesar de ser una actuación magnífica, no salva la película.
Vidas Perfectas cuenta la historia del personaje de Jessica Chastain viendo como su amiga, interpretada por Anne Hathaway, lidia con el duelo tras la muerte de su hijo. Lo que de por sí ya es una historia que se ha hecho varias veces en el cine, alguien intentando adaptarse a una nueva vida después de una tragedia.
Pero en este caso esta monotonía es contrarrestada al ser un thriller psicológico y no solo un típico drama. Y aunque técnicamente cumple el requisito emocional que un thriller debe evocar, lo hace de manera forzada y casi da la sensación de que hace trampa.
La historia en sí no es enormemente aterradora, pero sí que da el sentimiento de tensión que se busca, pero todo es inflado artificialmente hasta el punto de perder efecto. Momentos cotidianos que solo deberían funcionar para exposición son enmascarados como escenas de tensión por la música y planos desconcertantes, cuando en realidad no pasa nada.
Otro aspecto que no han sabido utilizar de forma eficiente es el alivio cómico, que es muy escaso. En los momentos en los que necesitamos un segundo de alivio para descansar de una escena estresante intentan aliviar el tono con algo cómico, pero siempre es un chiste a costa de personajes que están sufriendo, así que como mucho tendrás una carcajada macabra, pero eso solo añade a un sentimiento incómodo.
Lo más extraño en esto es que sí que saben utilizar la comedia para hacer una escena graciosa, pero no saben cuando usarlo. En algunas de las escenas más tensas hacen algunos chistecitos o gags que quitan toda la tensión del momento.
Lo único constantemente bueno son las actuaciones. Anne Hathaway y Jessica Chastain demuestran porque son ganadoras de Oscar y no te dejan olvidarlo. La mayoría de la película la pasas hipnotizado por ellas y no eres capaz de captar los varios problemas de la película, pero al terminarla y se te termina el subidón de adrenalina todo se te cae y pasa de ser una experiencia bastante buena a un recuerdo incómodo.
Especialmente cuando recuerdas ciertas escenas y te das cuenta de que aunque sus actuaciones eran, sin duda, excelentes, no eran apropiadas para el flujo de la historia ni el desarrollo del personaje. Es una pena que su actuación y esfuerzo sea algo que dañe el resultado final, pero da la sensación que es un error de dirección más que uno de parte de las actrices.
Al final, Vidas Perfectas es un thriller que consigue su objetivo de estresar y desconcertar la audiencia, pero hace demasiado esfuerzo y acaba perdiendo todo efecto. No tiene noción de ritmo y fuerza la tensión a través de trucos fáciles que engaña a la audiencia. Ni la fantástica actuación de las actrices titulares puede salvar la película, y aunque la hacen una experiencia más fácil de disfrutar, no la salvan.