John Krasinski dirige y escribe la película de Amigos Imaginarios junto a Ryan Reynolds, que produce, y se traen con él una impresionante lista de famosos que prestan sus voces a varios de los personajes animados.
Phoebe Waller-Bridge y Steve Carell son los más prevalentes, ya que son los únicos animados que son verdaderos protagonistas con respecto a otros personajes.
Un problema que tiene la película es que tiene unas expectativas bastante altas, ya que tiene varias similitudes con la vieja serie de dibujos, Foster, la casa de los amigos imaginarios. Esto ha hecho que la película y Krasinski reciban muchas críticas y acusaciones de plagio, ya que se asemejan bastante desde su concepto hasta en nombres de personajes.
Pero las dinámicas y personalidades de los protagonistas son totalmente originales y apropiadas para la historia que se cuenta, aunque pueden llegar a ser irritantes de vez en cuando. En el centro de la película, y más allá de los amigos imaginarios, es la historia de una hija asustada por su padre que se tiene que operar.
Todo lo que hace la protagonista gira alrededor de esto, pero no por ningún motivo lógico. Todo su viaje se supone que es motivado por su padre, pero sus acciones no corresponden a sus sentimientos ni se notan, excepto en escenas que solo están para artificialmente aumentar el sentimentalismo.
Que es el problema más grande de la película. Se supone que este es un proyecto que para Krasinski es muy especial, y hasta hecho como si fuera una película muy personal para él.
Parece que intenta vender sentimientos más que evocarlos de manera natural, como si fueran un producto. Lo que crea escenas preciosas y emotivas, pero que no lleva a ningún lado y se cortan antes de que veamos el gran final emotivo.
Durante estas escenas, notas como las emociones empiezan a crecer, pero aunque terminan de la manera más apropiada para el desarrollo del guion, da un sentimiento de insatisfacción. Crean unas expectativas sobre lo que va a pasar, pero envés de cumplirlas o subvertirlas, simplemente no tienen clímax.
Hasta el final de la película, que después del título final ponen un pequeño clip show, como un pequeño postcréditos, con esas pequeñas resoluciones. Pero toda la anticipación del momento ya fue perdida, así que da una sensación vacía.
Aunque tiene estos problemas, sigue siendo una película medianamente sólida, que se puede disfrutar perfectamente, aunque seguramente triunfe más con los públicos infantiles más que en los adultos. Normalmente, esto no es algo malo, de ingenua manera, una peli buena es una peli buena, lo único que cambia es que público tiene como objetivo.
Pero aquí el problema es que estuvo hecha para que no solo sea para los más pequeños, sino para que los adultos la puedan disfrutar como una comedia ligera e incluso verla sin niños. Aquí es donde más falla su tono, si solo hubieran trabajado más el lado emotivo podría haber tenido la complejidad que necesitan los adultos y manteniendo la comedia y magia para los peques.
Así que Amigos Imaginarios es decente, no es el bombazo que pretendía ser y parece que no merece la pena todos los cameos que aparecen. Tenía mucho potencial, pero no sabe utilizarlo, pero aún tiene algunos públicos que podrán disfrutarla, pero no será su peli favorita.