Crítica de Ad Astra: lo bello y aburrido del espacio

Carlos Gallego Guzmán 20 de Septiembre de 2019

Ad Astra se ha estrenado hoy en la cartelera, dirigida por James Gray y protagonizada por Brad Pitt

La película Ad Astra sigue a Roy McBride,  un astronauta que viaja a los límites exteriores del sistema solar para encontrar a su padre perdido y desentrañar un misterio que amenaza la supervivencia de nuestro planeta. Su viaje desvelará secretos que desafían la naturaleza de la existencia humana y nuestro lugar en el cosmos.

Ad Astra nos plantea cómo sería una colonización a La Luna, en la que Roy debe intentar contactar con su padre. Ad Astra es una película en la que la fotografía juega un papel fundamental, en la que los ambientes y los escenarios son espectaculares. Visualmente es fantástica y Brad Pitt (como no puede ser de otra manera) está sublime y hay escenas que son realmente muy buenas. Es una cinta en la que lo fundamental es lo visual y es lo que la hace una maravilla técnica, pero una película no es solo lo visual.

La película dura dos horas y son dos horas y tres minutos que se hacen muy, muy, pesadas. Busca abarcar más de lo que puede en realidad. Con una voz en off con frases de manuales de filosofía que acaban aburriendo hasta al más pintado. Una cinta que cuenta con algunas cosas muy tontas (como el final del padre de Roy), así como que cae en muchos tópicos del cine de ciencia-ficción espacial. Nada nuevo bajo el Sol (nunca mejor dicho).

Conclusión

Ad Astra pretender ser solemne y seria, que te la tomes en serio y tú, visualmente te la crees, porque, insisto que es preciosa de ver, pero luego ves la trama y los recursos típicos y los primeros planos hasta la saciedad y pues cansa y ves que es muy pretenciosa. Sé que a la mayoría de críticos les ha gustado por el apartado visual y no han ido más allá, pero yo sí. La trama es una más del montón y encima es lenta. Se salva por la fotografía.

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Carlos Gallego Guzmán

CEO de Cinemascomics.com. Desde que tengo uso de razón siempre me he sentido atraído por el dibujo, los cómics y sobre todo el cine, culpa de esta afición la tiene “Star Wars: Episodio IV”, me sentí fascinado por la gran cantidad de naves espaciales que aparecían en ella y todo el mundo creado por George Lucas, la escena de la nave corellia perseguida por un crucero imperial que avanzaba hasta llenar la pantalla fue impactante. La música de John Williams era pegadiza y fácil de recordar, ya para entonces recuerdo mis colecciones de cromos y los muñecos de la saga. Otra gran influencia han sido los cómics, en concreto las ediciones de Vertice de Spiderman, La patrulla X, Los Vengadores, Los 4 fantásticos, con los que aprendí a dibujar copiando las viñetas de John Romita Sr. y Jack Kirby. Así que no era de extrañar que terminase estudiando en la escuela de artes de Zaragoza.

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