Una épica visual que se pierde en su brutalidad, es la nueva propuesta de Zack Snyder en Netflix: El ocaso de los dioses
La nueva serie animada El ocaso de los dioses (Twilight of the Gods) dirigida por Zack Snyder, es un ambicioso intento por llevar la mitología nórdica al formato animado, cargada de violencia extrema y una estética visual imponente. Desde el primer episodio, queda claro que Snyder busca atraer tanto a los fanáticos de la acción brutal como a los seguidores de las narrativas mitológicas, logrando en ocasiones resultados impresionantes, pero dejando también muchas oportunidades desperdiciadas en su enfoque narrativo.
La serie sigue a Sigrid, una joven que se embarca en una peligrosa misión de venganza tras un trágico evento en su boda. A lo largo de su travesía, Sigrid reúne a un grupo heterogéneo de personajes, como un vidente y un enano, para enfrentar a los dioses nórdicos y cumplir su objetivo: encontrar y enfrentarse a un dios específico. Con una protagonista fuerte y fría, pero también apasionada, la serie logra desarrollar una historia atractiva en su base, donde el mito se mezcla con la brutalidad.
Se nota el estilo de Zack Snyder.
El enfoque de la serie nos introduce en un mundo de deidades y criaturas mitológicas, pero en lugar de explorar en profundidad estos elementos culturales y sus símbolos, El ocaso de los dioses prefiere centrarse en la venganza de Sigrid. Si bien la premisa es interesante y las motivaciones de los personajes son claras, en ocasiones la narrativa se siente secundaria ante la necesidad de mostrar escenas gráficas y explosiones de violencia.
Uno de los aspectos más destacados, y también más criticados, es el exceso de violencia gráfica que caracteriza a El ocaso de los dioses. En cada episodio, Zack Snyder no duda en mostrar imágenes explícitas que rozan lo grotesco, en un intento de subrayar la brutalidad inherente del mundo vikingo. Desde batallas sangrientas hasta escenas de tortura y muerte, la serie parece disfrutar de la sobreexposición de la violencia, lo que en ciertos momentos se vuelve abrumador.
Este énfasis en la violencia distrae del núcleo emocional de la historia.
Aunque el motivo principal de la serie es la búsqueda de justicia de Sigrid, las escenas de acción y combate tienden a opacar el desarrollo emocional de los personajes. A medida que avanza la serie, las motivaciones de los protagonistas pierden fuerza ante el espectáculo visual, lo que resulta en una experiencia emocionalmente vacía.
A nivel estético, El ocaso de los dioses es innegablemente impresionante. La serie está cargada de paisajes épicos, ciudades majestuosas y criaturas mitológicas recreadas con gran detalle. El estilo de animación es dinámico y la paleta de colores, oscura y sombría, refuerza la atmósfera cruda y desesperanzada del mundo en el que habitan los personajes. Este trabajo visual es sin duda uno de los puntos más fuertes de la serie, y en varios momentos se percibe la firma visual de Snyder en el manejo de la cámara y las composiciones cinematográficas.
Sin embargo, a pesar de su belleza visual, la serie falla en transmitir la profundidad emocional que promete.
La historia de El ocaso de los dioses centrada en Sigrid tiene el potencial de resonar en los espectadores, pero las escenas dramáticas no logran generar el impacto necesario debido a la falta de desarrollo emocional en los personajes. Las actuaciones de voz en la versión original, aunque competentes, no consiguen llenar este vacío, lo que deja a la serie con una sensación de superficialidad que no puede compensar ni la acción ni los efectos visuales.
El ocaso de los dioses tiene momentos de brillantez, especialmente en sus primeros episodios. La serie empieza con fuerza, presentando una historia prometedora y algunos personajes intrigantes. No obstante, a medida que avanza, pierde impulso en las escenas más pausadas y en los momentos en los que se debería profundizar en la conexión emocional de los protagonistas. Estos momentos más tranquilos, en lugar de enriquecer la trama, resultan lentos y pesados, desinflando el ritmo de la serie y alejando al espectador de lo que podría haber sido una historia mucho más resonante.
El ocaso de los dioses está disponible en Netflix.