‘Insidious’ marcó un punto de inflexión en la carrera de James Wan, quien se había dado a conocer con la truculenta primera entrega de ‘Saw’. Aquel filme de terror, uno de los mejores de los últimos años, evidenció que el talento del director iba más allá de la serie B resultona (representada en ‘Silencio desde el mal’) y mantuvo al público pegado a la butaca. Wan da un paso adelante en ‘Expediente Warren. The conjuring’, en la que depura su estilo y ofrece un carrusel del horror en virtud de la atmósfera y la brillante puesta en escena. Para alegría (y escalofrío) de los aficionados, constituye una buena película de género, con el valor añadido de que rinde homenaje a los clásicos. Si la historia fuera más rompedora, estaríamos ante una obra maestra.
Inspirado en hechos reales, el filme muestra el caso más terrorífico al que se enfrentaron los Warren, un matrimonio dedicado a la investigación paranormal. En 1971 acudieron en ayuda de una familia cuyos miembros sentían una presencia maligna a su lado.
Wan muestra su respeto por el género en un largometraje con el que no busca innovar, sino aplicar sus señas de identidad a las historias de fenómenos extraños y casas encantadas. Por ejemplo, vuelve a plasmar su obsesión por los muñecos tétricos, una constante en su filmografía. El director de origen malasio refleja su dominio narrativo y su habilidad para mantener en tensión constante, un logro que consigue con el apoyo de la música, los sonidos y la fotografía. ‘Expediente Warren. The conjuring’ juega (en el buen sentido) con el público. Por lo general, en el cine de terror ya se sabe cuándo van a producirse los sustos, pero Wan retrasa ese momento, una elección estilística que acentúa la inquietud. Incluso se permite pequeños golpes de humor para dar respiro a un espectador en el que se nota el efecto de la sugestión.
Vera Farmiga, como siempre a un notable nivel, interpreta a una clarividente con una sensibilidad que constituye un arma de doble filo. Su pareja en la ficción, Patrick Wilson, vuelve a colaborar con Wan y se convierte, de facto, en su actor fetiche. Lili Taylor y Ron Livingston completan el elenco.
Lo mejor: la brillante dirección de James Wan y la tensión constante.
Lo peor: la escasa novedad de la historia.
Nota (del 1 al 10): 7
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