Este viernes 4 de abril llega a las carteleras españolas ‘RIO 2’ la última cinta de animación de Twenty Century Fox Animation y Blue Sky Studios, que vuelve a contar en la dirección con Carlos Saldanha, responsable de otra saga taquillera como Ice Age. En esta ocasión, nos ofrecen un espectáculo en el Amazonas del que disfrutarán los pequeños de la casa.
Tras los hechos narrados en Río, Blue y Perla siguen viviendo en el Parque Natural Protegido de Río de Janeiro, pero Perla empieza a ver con temor que la actitud de los hijos que ha tenido con Blue no es la normal para los guacamayos, puesto que han aprendido las costumbre de su padre de imitar a los humanos hasta en las cosas más absurdas para un pájaro. Por ello, piensa que un viaje al Amazonas les ayudará a recuperar sus orígenes y mostrar a sus tres hijos la forma en la que los guacamayos deben comportarse en un espacio salvaje no alterado por los humanos.
Así empieza esta cinta que en esta ocasión cuenta con un guión del propio director, lo cual repercute de forma negativa en el desarrollo de la cinta en comparación con la primera entrega, que gozaba de frescura tanto en su historia como en los personajes. Sin embargo, la secuela incide en tópicos que desvirtúan la buena labor a la hora de recrear un mundo tan colorido y espectacular como es el Amazonas salvaje, más allá de las partes destrozadas (literalmente) por la mano del hombre. Saldanha explota el aspecto visual y descuida un guión cogido con pinzas. A pesar de ello, consigue regalar algunos momentos divertidos como el casting en la selva; mezclado con otros medianamente originales y divertidos, como el partido de fútbol que montan en la selva entre las dos razas de pájaros que habitan en ese territorio de la selva (como buen brasileño, es un amante del fútbol, y se debía sentir obligado a reflejarlo en su película en el mismo año que su país organizará el Mundial de Fútbol).
Respecto a las nuevas incorporaciones, unas destacan para bien y otras para mal. Con buen pie entran los secuaces de Nigel, la cacatúa que en tan duros aprietos puso a Blu y Perla en la primera parte, vuelve aquí con ganas de venganza y lo hace acompañado de una simpática rana venenosa y un entrañable oso hormiguero mudo. En especial destaca la rana, traumatizada por no poder tocar a Nigel, del cual está perdidamente enamorada. Mientras que el oso hormiguero aporta los gags más divertidos del film. En cuanto a las incorporaciones en el bando de los guacamayos, Eduardo y Roberto,no corren igual suerte los dos personajes más importantes que presenta la secuela debido a que el padre de Perla no abandona el rol de padre autoritario de ideas fijas; mientras que el antiguo amigo íntimo de Perla, Roberto, no deja de ser el típico galán que avivará los celos de Blu cuando ve que existe competencia directa por la atención de su amada.
Como punto curioso, nos encontramos con un homenaje descarado a Avatar en la escena final de la película (aunque puestos a señalar, habría que mencionar a Pocahontas como origen de este vívido homenaje a una escena que no hace falta indicarla, ya que quien las haya visto se dará cuenta).
No debes perdértela si: Disfrutas como un enano o con tus enanos de las películas de animación, ya que cuenta con un 3D por encima de la media y algunas escenas divertidas, así como un mundo lleno de color para disfrutar.
No te molestes en verla si: Pretendes buscar una cinta novedosa y original, en la línea de la última gran perla de Fox, la nominada al Oscar a Mejor Película de Animación, Los Croods.
Nota: 5