Así es la película Spotlight.
Nominada a seis Oscar’s, entre ellas mejor dirección y mejor película, ‘Spotlight’ sigue la historia de un equipo de investigación con el mismo nombre del diario estadounidense Boston Globe que en el año 2002, publicó un artículo que sacó a la luz publica el encubrimiento por parte de la iglesia católica de innumerables casos de abusos a menores por parte de los sacerdotes desde los años 70 hasta el año de la publicación de la noticia.
En 2001 ya los periódicos de todo el mundo notaban una bajada de las ventas de sus diarios con la proliferación de medios de comunicación online y el diario Boston Globe fundado por Eben Jordan en 1872 no fue una excepción, tras su venta al New York Times en 1992, no fue hasta la salida de los último miembros de la familia Jordan cuando The New York Times comenzó ha realizar cambios en el Boston Globe, uno de ellos fue la contratación de Marty Baron interpretado por Liev Schreiber, un nuevo editor que relanzase el diario, a su llegada lo primero que hizo fue reunirse con el jefe de ‘Spotlight’, Walter “Robby” Robinson (Michael Keaton), un equipo de investigación que elegía sus propios temas de investigación formado por los reporteros Sacha Pfeiffer (Rachel McAdams) y Michael Rezendes (Mark Ruffalo) y el investigador Matt Carroll (Brian d’Arcy James). Estos reciben la sorprendente orden del nuevo editor de realizar el seguimiento de un antiguo caso en el que un sacerdote de Bostón fue acusado innumerables abusos a menores desde los años 70 sabiendo que enfrentarse a la iglesia católica tendría repercusiones importantes dentro de la comunidad.
A medida que consultan con el abogado de las víctimas, Mitchell Garabedian (Stanley Tucci), entrevistan a adultos de los que abusaron cuando eran niños e intentan conseguir que les entreguen expedientes sellados, queda claro que la protección sistemática de la Iglesia a sacerdotes agresores sexuales llegaba mucho más lejos de lo que ninguno de ellos habría podido imaginar, no solamente lo cubrían sino que además reasignaban a estos seres por llamarlos de alguna manera a otro destino volviendo a hacer de las suyas. Pese a la firme oposición de representantes de la Iglesia, entre ellos el cardenal Law (Len Cariou) de Boston, el Globe publicó su revelador bombazo en enero de 2002, lo que dará pie a que otras muchas victimas den a conocer otros casos similares en más de 200 ciudades de todo el mundo.
El film muestra todo el proceso de investigación que el equipo de ‘Spotlight’ realizó desde 2001 hasta el año de su publicación en 2002. Un película demuestra un gran trabajo periodístico de fondo y el gran trabajo documental de un hecho que conmovió al mundo entero, su director y guionista Tom McCarthy (Con la magia en los Zapatos), original de Boston, fue el encargado de llevar la historia a la gran pantalla, a mi parecer de una forma muy inteligente, ya que el film es como ver un documental, mostrando el día a día del equipo liderado por «Robby», la recopilación de información, las entrevistas con las victimas, reuniones con los principales implicados, el cardenal ‘Law’ así como el abogado que representó a ambas partes, pero al estar dramatizado por actores hace que una historia tan cruda sea más fácil de digerir y implique al espectador que de haber utilizado a sus verdaderos protagonistas.
El trabajo del elenco protagonista de ‘Spotlight’ es muy correcto en unos papeles en los que tampoco se les exigió demasiada dramatización, quizás para resultar más cercano al espectador, un trabajo que ha sido recompensado para Ruffalo y McAdams con una nominación al Oscar para ambos, aunque quizás me gustaría destacar la actuación de Stanley Tucci que ha pesar de no tener tanto peso en la trama llena como siempre la gran pantalla en cualquiera que sean sus apariciones y sea cual sea el papel que interprete.
‘Spotlight’ es una película muy recomendable que no se hace larga en ningún momento pese a sus dos horas de duración, que sin duda nos hará reflexionar a aquellos que somos padres de ¿Con quién dejo a mis hijos?, ¿por qué la iglesia y la comunidad de Boston cercana a ella, así como los periódicos locales que conocían lo que sucedía y no hicieron nada antes para denunciarlo? el mundo está muy loco y la iglesia, una institución que debería de demostrar en cada uno de sus miembros un comportamiento ejemplar no es ninguna excepción.