El 24 de marzo fue un día especial para The Office, ya que se cumplieron 15 años desde el estreno de su episodio piloto. Protagonizada por un magnífico Steve Carrell, la serie se convirtió en una comedia atemporal que fascina a distintas generaciones.
En 2005, para ser más exactos el 24 de marzo, The Office aterrizó en la televisión de Estados Unidos. Aunque la serie estuvo a punto de morir tras el final de su primera temporada, terminó convirtiéndose en una comedia icónica que sigue fascinando a muchos espectadores en la actualidad. Una adaptación que logró superar el éxito de la versión británica, y se ganó un lugar dentro de las mejores series de televisión.
The Office se enfoca en Michael Scott, interpretando por un magnífico Steve Carrell, quien es es jefe de una compañía papelera localizada en Scranton, Pensilvania. Su personalidad es tan característica, que uno llega a sentir verguenza ajena al verlo, pero también mucho cariño y complicidad. A este extraño jefe lo acompañan sus empleados, quienes se asombran con su comportamiento y más de una vez se burlan de eso.
Una dinámica que funciona
Los silencios incómodos, las miradas cómplices a la cámara, la broma en bucle «that’s what she said» de Micahel, el realismo de los personajes… todas estas características (y muchas más) son las que hacen que The Office funcione a la perfección. Cada episodio logra que los espectadores deseen ver un poco más de lo que sucede dentro de Dunder Muffin, para mí la papelera más divertida que pueda llegar a existir.
Con respecto al guion es una gran joya. El equipo detrás de The Office logró adaptar a la perfección ya versión inglesa, la cual ya había sido un éxito en su país y también en otras partes del mundo. Pero, desde mi punto de vista, no hay serie que se iguale a la versión estadounidense. El Michael Scott que interpreta Steve Carrel supera, por lejos, al personaje de la versión inglesa. En esta oportunidad el equipo se enfocó en las variaciones en el sentido del humor, donde se seguía jugando con la vergüenza ajena, pero con un enfoque más entrañable. De esta manera, lograban añadir unos matices casi infantiles al personaje que eran recibidos con mucha gracia por parte de los espectadores.
Otro cambio fue apostar a las líneas románticas dentro de la trama, por supuesto que Jim y Pam eran la pareja protagonista, pero también se sumaron Dwight y Angela, o hasta el divertido crush de Kelly por Ryan. Esta nueva versión de The Office fue pensada y lograda con exactitud. Pura comedia, desde el principio a fin, con episodios que se destacan por encima de otros, pero siempre igual de efectiva.
Un reparto que suma mucho
Además de Steve Carrell, The Office cuenta con un excelente reparto. No hay dudas de que la serie no sería lo mismo sin ninguno de ellos. Entre los protagonistas se puede destacar a John Krasinski, quien nos ha regalada divertidas bromas y miradas a la cámara al darle vida a Jim. Su gran compañera Jenna Fisher (Pam), la secretaria favorita de Michael y de quien hemos aprendido mucho, y por último a Rainn Wilson interpretando al excéntrico Dwight, la mano derecha del jefe, el compañero de mesa de Jim y con quien compite de manera muy divertida en toda la serie.
Ya han pasado 15 años desde su lanzamiento y The Office sigue cautivando al público como la primera vez. Si aun no las visto, ¿qué estás esperando?