En Equipaje de mano, Taron Egerton y Jason Bateman se embarcan en un thriller explosivo que combina tensión navideña con un trasfondo de adrenalina en el siempre estresante contexto de un aeropuerto en plena época festiva. Este film, dirigido por Jaume Collet-Serra, no reinventa el género, pero logra capturar la atención del espectador con una narrativa compacta y actuaciones convincentes.
Un inicio cargado de tensión
Cuando me senté a ver Equipaje de mano, esperaba una experiencia ligera, pero lo que encontré fue una película que, si bien no es un hito en el género, maneja de forma eficiente los elementos que han definido los thrillers de acción modernos. La trama gira en torno a Ethan Kopek (Taron Egerton), un agente de seguridad aeroportuaria atrapado en una situación de vida o muerte. La premisa no es nueva: un hombre común colocado en circunstancias extraordinarias. Sin embargo, el enfoque personal y las capas emocionales del personaje de Egerton aportan frescura.
Ritmo trepidante y personajes memorables
Desde el inicio, el film establece un ritmo trepidante. Ethan es un TSA con aspiraciones truncadas de convertirse en policía. Su pareja, Nora (Sofia Carson), está embarazada, un detalle que aunque cliché, funciona como motor narrativo para intensificar la urgencia de las decisiones que debe tomar el protagonista. Por otro lado, tenemos al antagonista, interpretado magistralmente por Jason Bateman, quien se roba cada escena con una mezcla de carisma y amenaza velada. Su personaje no tiene nombre, pero su presencia domina la película. Bateman logra equilibrar la sutileza y el terror, creando un villano que resulta tan intrigante como detestable.
Un escenario bien aprovechado
La acción transcurre en un aeropuerto de Los Ángeles, un espacio que Collet-Serra explota al máximo. Desde los caóticos controles de seguridad hasta las cintas transportadoras de equipaje, cada rincón se convierte en un escenario de tensión. Un punto culminante es una pelea frenética sobre una cinta de equipaje que, aunque poco realista, es emocionante y bien coreografiada. Además, la película nos regala un enfrentamiento vehicular acompañado del clásico “Last Christmas” de Wham!, una combinación que puede sonar absurda pero que funciona sorprendentemente bien.
Jugar con las expectativas del género
Uno de los aspectos que más me llamó la atención es cómo Equipaje de mano juega con las expectativas del género. Mientras que muchos thrillers se apoyan en explosiones y secuencias rápidas, Equipaje de mano opta por un enfoque más cerebral. La tensión se construye a través de la vigilancia constante de las cámaras del aeropuerto, con el villano monitoreando cada movimiento de Ethan. Este juego de gato y ratón, junto con los dardos filosóficos y comentarios mordaces de Bateman, mantiene el interés.
Equilibrio tonal y momentos de humor
También quiero destacar el equilibrio tonal que logra el guion de Equipaje de mano. Aunque la historia aborda temas serios como el sacrificio personal y la corrupción del sistema, no carece de momentos de humor que alivian la tensión. Los compañeros de Ethan en la TSA proporcionan escenas memorables, como un peculiar “bingo” de objetos confiscados, que van desde balas hasta artefactos más… excéntricos. Estos detalles dan un toque humano y cálido a un contexto de por sí frío y mecanizado.
Dirección y ambientación destacadas
El director Jaume Collet-Serra, conocido por trabajar con Liam Neeson en varios thrillers, demuestra una vez más su habilidad para manejar la acción en espacios confinados. Su dirección es clara y efectiva, especialmente en las escenas de acción, donde evita el caos visual que a menudo plaga este tipo de películas. Además, la atención al detalle en la ambientación del aeropuerto es notable. Aunque más limpio y organizado que cualquier aeropuerto real, el escenario logra capturar la esencia del caos navideño.
Algunos problemas menores
Sin embargo, la película no está exenta de problemas. Algunos personajes secundarios, como la detective Elena Cole (Danielle Deadwyler), carecen de profundidad y son relegados a roles funcionales. Esto es especialmente decepcionante considerando el talento de Deadwyler, quien podría haber aportado más a la historia. Además, aunque el guion de T.J. Fixman es eficaz, no se aventura más allá de los límites del género, dejando algunas oportunidades narrativas sin explorar.
Veredicto final
A pesar de estos fallos, Equipaje de mano logra destacarse como una experiencia entretenida y tensa. La química entre Egerton y Bateman es uno de los puntos fuertes del film, y ambos actores entregan actuaciones que elevan el material. Egerton aporta una vulnerabilidad que hace que el espectador se preocupe por su destino, mientras que Bateman demuestra una vez más su versatilidad como actor, jugando contra su imagen habitual de tipo amable.
En cuanto a la experiencia general, Equipaje de mano es una película que, sin reinventar la rueda, sabe cómo mantener al espectador al borde de su asiento. Su mezcla de acción, tensión psicológica y momentos de humor la convierten en una opción sólida para quienes buscan algo más en esta temporada navideña. Aunque no alcanzará el estatus de clásico, es un recordatorio de que las películas no siempre tienen que ser innovadoras para ser disfrutables.
En definitiva, Equipaje de mano es una pequeña joya dentro del catálogo de Netflix. Un thriller navideño que, si bien no estará a la altura de los grandes del género como Jungla de cristal, cumple con creces su cometido de entretener. Si estás buscando una película para una noche de adrenalina con un toque festivo, esta es una excelente opción. Netflix ha conseguido una propuesta que, aunque no perfecta, brilla lo suficiente como para destacar entre el aluvión de estrenos de fin de año. ¡Dale una oportunidad y descubre si Ethan puede salvar la Navidad… y a sí mismo!