Escuadrón Suicida (Extended Cut) es la misma película que vimos en el cine, a excepción de un par de escenas que no aportan absolutamente nada. Su edición responde a una vergonzosa estrategia de marketing, culminada por la no introducción de tres escenas de Joker (Jared Leto) que podrían haber transformado la cinta de David Ayer. Timo porque te venden exclusividad cuando en realidad te dan más de lo mismo. O peor.
Warner Bros. parece haber encontrado una estrategia de marketing sin querer. Batman v Superman: El amanecer de la Justicia (Zack Snyder, 2016) fue el precedente. Un metraje inicial de cinco horas resultaron ser dos horas y media en la versión cinematográfica. Conscientes de la carencia de la cinta en salas comerciales, el estudio lanzó la versión extendida. Tres horas y quince minutos con más consistencia, coherencia narrativa y desarrollo de personajes.
Jugando esa misma baza y tras el cirio montado después del estreno, Escuadrón Suicida (David Ayer, 2016) iba a seguir el mismo camino. Insatisfecho, el público clamó contra el estudio. Criticó las medidas que llevaron a Warner a llenar el rodaje de la película de Ayer de ejecutivos. El director, fuera de sí, intentó evadirse del resto. Pero artistas como Jared Leto (Joker) no pudieron guardar silencio. La tijera de Warner había vuelto a aparecer, causando estragos según dijeron. El Blu-Ray y la edición extendida se hicieron de esperar. Pero, finalmente, llegó. Y resultó ser el timo del año.
La edición de ‘Batman v Superman’ sí justifica su lanzamiento. La de ‘Escuadrón Suicida’ responde a puro marketing
Era inevitable, ante esto, empezar comparando ambas cintas de Warner. La versión extendida de Batman v Superman: El amanecer de la Justicia, en comparación con su versión cinematográfica, parece una película distinta. Aporta matices totalmente diferentes, por no hablar de los agujeros que en las salas presentó la trama. En su edición extendida sí se ven todos esos tejemanejes en los que Snyder hizo bucear a Clark Kent (Henry Cavill) para encontrarse con el mito del Hombre Murciélago (Ben Affleck).
Aunque inevitables los errores de la versión cinematográfica, la extendida de Batman v Superman mejora notablemente las carencias de la primera. Está totalmente justificada. Tras ver Escuadrón Suicida (extended), lo único que se justifica aquí es la estategia de marketing adoptada por Warner. ¿De verdad creen que con esto es suficiente? Como broma, puede estar bien. Pero la broma pierde su gracia conforme avanza la película.
Las escenas añadidas de ‘Escuadrón Suicida’ no aportan absolutamente nada
Y es que la edición extendida de Escuadrón Suicida es tanto o menos que la versión cinematográfica. ¿Escenas añadidas? Segundos, instantes, momentos puntuales. Ninguno de ellos (a excepción de uno) transforma la acción o aporta un punto de vista diferente. Es ver por ver. Añadir por añadir. Solamente Harley Quinn (Margot Robbie) molestando al grupo en Midway City otorga un matiz al personaje de la actriz australiana. ¿El resto de escenas? Si no te lo dicen, ni te das cuenta de que son añadidas.
Otra cosa es el hecho de ser conscientes de tres escenas que sabes que existen, pero no están. ¿Cómo explicas eso? ¿Dónde está el momento en el que la doctora Harleen Quinzel y Joker discuten tras la persecución de la moto? ¿Tanto miedo hay a meter la imagen del Príncipe Payaso del Crimen golpeando a un personaje de ficción? Por no hablar del momento en el que Joker regresa tras el accidente de helicóptero para enfrentarse al grupo liderado por Deadshot (Will Smith). Con el rostro quemado, visto en el tráiler. Mismo vistazo que el “I can’t wait to show you my toys”, que tampoco está. De traca.
La película, al no cambiar, sigue teniendo la misma trascendencia
En esa inmovilidad baila Escuadrón Suicida en su Extended Cut. Prácticamente es la misma película, así que poco puedes apreciar o destacar en esta ocasión. La cinta de Ayer sigue bailando, como en su versión cinematográfica, entre el error y el acierto. Con un ritmo trepidante y la identidad de una película de acción, Escuadrón Suicida logra atrapar al espectador con ese vaivén eléctrico de personajes.
El grupo funciona a la perfección, especialmente brillante es el personaje de Rick Flag. La definición de Amanda Waller (Viola Davis), tres cuartos de lo mismo. Incluso podríamos permitirnos la licencia de decir que las añadidas dan un poco más de protagonismo al resto de personajes de Escuadrón Suicida. Pero, como la primera vez, lo que no funciona, lo que destroza la película, es el mismo elemento de la primera vez. El Joker. Su planteamiento y, especialmente, el enfoque de su relación con Harley Quinn.
El Joker arruina una historia de acción trepidante adornada con locura, caos y un poco de misticismo
Lo diré sin tapujos: Jared Leto arruina la película. O más bien el Joker construido por Warner Bros. para la ocasión. Escuadrón Suicida es una historia de acción trepidante, plagada de caos y de locura. El caos y la locura propios de los personajes protagonistas. Sin embargo, el Príncipe Payaso del Crimen de la película de Ayer es un auténtico desastre. De principio a fin. Ya no sólo por su aspecto físico, que difiere mucho de lo que cabría esperar de un payaso y se acerca más a una especie de drag queen mafiosa.
De largo, su escena del tanque con Harley Quinn es uno de los momentos más vergonzosos y deplorables del año cinematográfico. En ese afán por vivir permanentemente en el crowd pleaser con el público que ha shipeado la relación entre ambos, lo que iba a ser la pareja del año se queda en lo más olvidable de la película. Harley Quinn en solitario, magnífica; junto al Joker, terrible. En definitiva, Escuadrón Suicida Extended Cut es un auténtico timo porque te venden exclusividad cuando en realidad te dan más de lo mismo. O peor.
