Se estrena este viernes 25 de julio la última comedia gamberra del equipo responsable de Bad Teacher, Sex Tape: Algo pasa en la nube.
En ‘Sex tape: Algo pasa en la nube’, repiten el director Jake Kasdan y dos de sus actores principales(Cameron Diaz y Jason Segel), donde sólo se quedaría fuera el co-protagonista de la cinta estrenada en 2011, Justin Timberlake. De esta forma, el cineasta y la pareja protagonista buscan repetir la fórmula y el éxito cosechado por Bad Teacher hace tres años.
Nadie duda del éxito obtenido por la irreverente película en la que una sexy Cameron Diaz encarnaba a una profesora poco convencional (ha tenido su propia adaptación a la pequeña pantalla en forma de serie de televisión). Debido a esto, el realizador Kasdan se ve espoleado por su éxito y se empeña en repetir los mismos patrones; donde, en esta ocasión, nos cuenta cómo un matrimonio aburrido y estancado en la rutina no tiene tiempo en sus ajetreadas vidas para disfrutar juntos en la cama, así que la primera noche que tienen libre de niños deciden ponerse a ello. Pero la falta de práctica ha hecho mella en su relación, así que se les ocurre grabarse en vídeo después de que unos cuantos tequilas les hagan creer que es una buena idea.
El problema se lo encuentran días después, cuando Jay (Segel) le confiesa a Annie (Cameron) que el vídeo erótico lo ha colgado sin saberlo en la nube, donde puede ser visto por todos sus familiares, jefes y amigos, que se encuentran todos conectados gracias a los iPads que regalaron a todos las últimas navidades. Ante esto, el matrimonio deberá iniciar una loca carrera nocturna por recuperar los iPads y borrar el vídeo antes de que a nadie se le ocurra ver el vídeo compartido en la nube por error.
La cinta se nutre de un lenguaje coloquial y malsonante, muy común en el día a día de la calle, pero poco habitual en la gran pantalla. Por tanto, la película nos ofrece unos diálogos naturales, nada edulcorados y que nos encontraríamos en cualquier conversación habitual con nuestra pareja o amigos. Afortunadamente a ello puede haber influido la proliferación de series en los canales americanos que por fin han empezado a desmitificar la figura del sexo y plasmarla tan cruda es, sin tapujos o tabúes.
De esta forma, el planteamiento y los primeros minutos en los que vemos las dificultades de un matrimonio aburrido que de repente ven cómo se ha estancado su relación sexual, se convierten en los mejores estimulantes de un argumento original pero que cae por su propio peso. La idea, aunque divertida, tropieza ante la propia limitación de su propuesta, que sólo se ve estimulada por unos protagonistas secundarios que consiguen alegrar una comedia que no acaba de regalarnos tantos momentos divertidos como pretenden conseguir.
Así las cosas, las breves apariciones en ‘Sex tape: Algo pasa en la nube’ de Rob Lowe y Jack Black se convierten en los mejores momentos de un metraje menos divertido de lo que podría parecer, donde la mayoría de sus chistes abogan a situaciones muy manidas y trilladas, las cuales sólo consiguen arrancar alguna carcajada y muchas sonrisas cómplices.
Más allá de los cameos de Lowe y Black, la cinta se sustenta por la química entre Cameron Diaz y Jason Segel, donde la primera quiere recuperar su trono de sex symbol ganado a pulso tras los estrenos de La Máscara y Algo pasa con Mary hace 20 años, para lo cual decide convertirse en una auténtica MQMF (en referencia al término empleado en la saga American Pie). Por su parte, Jason Segel sigue en su decepcionante intento de triunfar en la gran pantalla, después de cerrar su ciclo televisivo. Pero resulta muy difícil que triunfe en el cine si se limita a copiar su rol ejercido como Marshall en Cómo conocí a vuestra madre, puesto que mínimamente se mueve de la actuación vista los últimos diez años en la pequeña pantalla.
En resumen, en ‘Sex tape: Algo pasa en la nube’ nos encontramos ante una cinta que no da lo que promete, que propone un argumento más divertido de lo finalmente se ve ejecutado De esta forma, esta cinta picante puede resultar más explícita que Bad Teacher, pero no tiene tanta chispa como aquélla. Eso sí, la trama funciona como vehículo de lucimiento personal de los protagonistas y como entretenimiento superficial, para convertirse simplemente en otra comedia ‘fast food’, es decir, fácilmente digerible y aún más fácilmente olvidable.
Lo mejor: Las escenas protagonizadas por los actores secundarios, Rob Lowe y Jack Black.
Lo peor: Que no es ni la mitad de divertida de lo que la propuesta hace entender. Y tampoco es ni la mitad de «picantona» de lo que su título deja intuir.
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