Ayer se estrenó por fin! en España, la cuarta y (dicen) última entrega de la saga ‘Shrek’ con el título ‘Shrek: Felices para siempre’.
‘Shrek: Felices para siempre’ Protagonizada por las voces de Mike Myers, Eddie Murphy, Cameron Diaz, Antonio Banderas, Julie Andrews, John Cleese, Walt Dohrn, Jon Hamm, Jane Lynch y Craig Robinson. La película está dirigida por Mike Mitchell (Sky High). El guión es de Josh Klausner (Noche Loca) y Darren Lemke.
Tras enfrentarse a un malvado dragón, rescatar a una bella princesa y salvar el reino de sus suegros, ¿qué le queda por hacer a un ogro? Bueno, si eres Shrek , de repente te conviertes en un dócil padre de familia. En lugar de aterrorizar aldeanos como solía hacer, un desganado Shrek es ahora un famoso local que accede a firmar autógrafos a regañadientes en instrumentos de labranza.
¿Qué fue del rugido de ese ogro? Añorando los tiempos en que sentía un ogro “de verdad”, a Shrek le embaucan para que firme un pacto con el persuasivo negociante Rumpelstiltskin (WALT DOHRN). Shrek se encuentra de repente en una versión alterada y retorcida de Muy Muy Lejano en donde los ogros son perseguidos, Rumpelstiltskin es el rey y Shrek y Fiona (CAMERON DIAZ) nunca se conocieron. Ahora le toca a Shrek enmendar todo lo que ha hecho con la esperanza de salvar a sus amigos, restablecer su mundo y recuperar a su único y Verdadero Amor.
Crítica de ‘Shrek: Felices para siempre’
En estos tiempos en los que la industria cinematográfica de Hollywood parece tener la ideas agotadas, ante el reto de crear algo nuevo es mejor ir a lo seguro y apostar por secuelas, reboots y remakes, que tan de moda están, con tal de intentar garantizar una buena recaudación en taquilla. Algo así ha sucedido con Shrek, la primera entrega fue todo un éxito obteniendo no solo el favor de la crítica sino de la taquilla, además ganó un Oscar a la mejor película de animación, superando a la mismísima Pixar, nominada por ‘Monstruos S.A.’ y dio el respaldo necesario a Dreamworks animation para seguir haciendo películas en 3D, ya que sus incursiones en el 2D, ‘El príncipe de Egipto’ (2000), ‘Spirit: El corcel indomable’ (2002) o ‘Simbad’ (2003), no obtuvieron los resultados deseados.
La segunda entrega de ‘Shrek 2’, aunque falta del elemento sorpresa de la primera, la superó en taquilla con una historia que recordaba a “Los Padres de Ella”, la tercera entrega pese a los buenos resultados, fue la más floja de las tres argumentalmente hablando, y todo parecía indicar que iba a ser la última entrega.
Pero como decía al principio en Hollywood que son muy listos, debieron de pensar, (si no podemos seguir donde lo dejamos y sacar una historia decente, la reinventamos), y que mejor que inspirarse en el clásico de Frank Capra ‘¡Qué bello es vivir!’ (1946), y títulos como ‘Family Man’ (2000) o ‘Atrapado en el tiempo’ (1993), para sacar adelante una nueva entrega. Y el invento ha funcionado la película a sido número 1 en el Box Office USA varias semanas.
‘Shrek: Felices para siempre’ es divertida y hace mucha gracia ver (como diría el Dr. Emmet Brown) las paradojas temporales en un mundo en el que Shrek no había existido, sobre todo por el apego que sientes por personajes tan familiares como Fiona, El Gato con botas y Asno. Pero los continuos guiños a otros films, hace que no tenga la misma frescura de la primera, perdiendo el elemento sorpresa y haciendo previsible su desenlace; algo que diferenciaba la saga de Shrek de otras películas; y es que entre otras cosas, nuestro ogro favorito ha sentado la cabeza y eso se nota.
Técnicamente la película no muestra ninguna diferencia a las últimas entregas salvo que ha sido estrenada en 3D, y si algo he echado en falta, es un mayor trabajo en el diseño de los personajes, que me han parecido flojos comparándolos con algunos de los últimos trabajos de la factoría de Dreamworks. No obstante, no perdáis de vista la inclusión del Flautista de Hamelin y sobre todo Rumpelstiltskin, el mejor villano de toda la saga, que son sin duda lo mejor del film. Así que en definitiva una película entretenida, que se hace corta y con la que se puede pasar una buena tarde de cine.