Sony Pictures Entertainment regala una obra maestra de la animación y, con ‘Spider-Man: Un nuevo universo’, crea la mejor película de Spidey de todos los tiempos.
Hace muchos, muchos años, un hombre mayor que residía en Queens andaba preocupado porque su sobrino estaba en esa época de cambios llamada «adolescencia» y empezaba a tener un comportamiento un tanto extraño. En vano intentó hacerle entender que un gran poder conllevaba una gran responsabilidad, pero aquel sobrino atribulado, ignorante y perdido en la vida no aprendió la lección a tiempo y tuvo que hacer bueno el dicho «con sangre entra». Con sangre entró y con sangre continuó (maldita inocencia que nos fue robada con Gwen Stacy), agrandando la leyenda de Spider-Man y configurando la mitología del Hombre Araña de Marvel Comics. El que, probablemente, es el superhéroe más querido de todos los tiempos (¡chúpate esa, Batman, tú no eres un «súper»!).
Del cómic a la pantalla era cuestión de tiempo y, aunque tanto ‘Blade‘ como ‘X-Men‘ podrían apuntarse también el logro desbloqueado, la versión de Sam Raimi en el cine marcó el inicio o el punto de inflexión del cine de superhéroes en la era moderna. Después de un final de trilogía decepcionante, Sony Pictures Entertainment apostó por una nueva iteración en la piel de Andrew Garfield. Para ello, contrataron a un director de corte romántico que supo sintetizar con precisión la importancia de la relación entre Peter Parker y Gwen Stacy en la gran pantalla, pero perdió por el camino el eje de rotación que hace mover el resto de elementos que componen la historia de Spider-Man. Aquel no-tan-asombroso Trepamuros acabó en la basura por culpa del llamado «Sony Hack» coreano y Marvel Studios aprovechó la guerra interna para hacerse con los servicios del personaje más prestigioso y conocido de la editorial. Su cameo en ‘Civil War‘ como carta de presentación relanzó al personaje en el presente con pretensiones más actualizadas y una versión no tan precisa como cabría esperar que se materializó en ‘Spider-Man: Homecoming‘ e incluso ‘Vengadores: Infinity War‘. Hay tiempo para el Peter Parker de Tom Holland, pero, hasta que llegue la evolución, ha sido ‘Spider-Man: Un nuevo universo‘ la película que de las películas en la historia del Trepamuros.
Poderosa, trepidante, abismal, rítmica, humana, sencilla y, sobre todo, asombrosa. Miles Morales conquista la gran pantalla junto a Peter Parker y otras iteraciones arácnidas en la que, sin lugar a dudas, es la mejor película de Spider-Man de todos los tiempos y una de las mejores películas de superhéroes de la historia. Obra maestra de la animación que, muchísimos años después, nos vuelve a recordar por qué un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
‘Spider-Man: Un nuevo universo‘ llegaba como la «tapada» en los planes del estudio para potenciar la sección superheroica en la gran pantalla. Mientras, entre bambalinas, se van moviendo los hilos para multiplicar el universo presentado en ‘Venom‘ con filmes como ‘Kraven, el cazador‘, ‘Morbius, el vampiro viviente‘ e incluso una película con Silver Sable y Gata Negra, la cinta animada dirigida por Peter Ramsey, Rodney Rothman y Bob Persichetti parecía un proyecto de corte invernal con pretensiones meramente económicas. La taquilla de diciembre iba a estar reñida (y vaya si lo está) y Sony Pictures quería meter ahí una película de animación para niños con un personaje conocido que pudiera llenar las arcas del estudio con el dinero de padres, hijos y demás fauna del fandom superheroico. Sin embargo, lo que al principio parecía ser una entrega más que pasaría sin pena ni gloria por el imaginario colectivo, se ha acabado convirtiendo en la mejor película de Spider-Man de todos los tiempos y una de las mejores películas de superhéroes de la historia del cine. Eso es, sin lugar a dudas. ‘Spider-Man: Un nuevo universo‘.
Miles Morales ha arrasado literalmente la gran pantalla. La creación arácnida de Brian Michael Bendis ya brilló con luz propia en las viñetas de Marvel Comics en su día y tenía todas las de ganar con una película de animación que mezclaba la historia de orígenes de Miles Morales con ciertas reminiscencias del Spider-Verse de Dan Slott. La humanidad que impregna cada línea del guion (orquestado por Phil Lord y Chris Miller) va del protagonista a los secundarios e incluso al mismísimo villano. Es el motor principal de cada movimiento, cada paso que se da en ‘Spider-Man: Un nuevo universo‘. Es imposible no acabar impregnando de lágrimas tu rostro si amas al Trepamuros como lo amamos nosotros en Cinemascomics.com. Esta película de animación es una oda al Hombre Araña, una carta de amor a todos los que hemos soñado con él desde pequeños, los que hemos crecido a su lado y hemos aprendido que cualquiera puede ser un héroe y que no hace falta ponerse una máscara para demostrarlo. Nunca la lección fue tan fácil de asumir (y tan dura) como aquí, pero nunca está de más volvernos a recordar por qué un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
En el apartado técnico, ‘Spider-Man: Un nuevo universo‘ es una proeza de la animación que debería ser explotada próximamente en títulos similares. La combinación de los diseños de los personajes en 2D con el motor gráfico en 3D, sumado a los golpes de sonido, a los recursos propiamente comiqueros, a la música seleccionada, al virtuosismo de la acción y a la paleta de colores que desprende un aroma a cómic que no puedes quitar de la butaca… Todo esto convierte a ‘Spider-Man: Un nuevo universo‘ en el maldito peliculón que es. No perdáis el tiempo en ir al cine. De verdad, no perdáis la oportunidad de convertirte en un niño por última vez. Coge la mano del soñador Miles Morales, del cínico Peter B. Parker, de la trepidante Spider-Gwen, de la inocente Peni Parker, del oscuro Spider-Man Noir y del cómico Spider-Ham. Cógela y salta. Lanza la telaraña a la pared más cercana y vuela. Siéntelo. Y no vuelvas a dudarlo nunca más: eres un héroe. Eres un maldito héroe a cada segundo… Pero solo si te lo propones. Solo si estás dispuesto a serlo.
