Hoy toca hablar de Venom: El Último Baile, una película que marca el cierre de la trilogía del Protector Letal. Desde su debut, Venom ha sido una presencia única en el Universo Spider-Man de Sony, y esta tercera entrega confirma algo que muchos ya sospechábamos: es la mejor película de la saga. Aunque, para ser justos, no lo tenía muy difícil.
Venom y Eddie: El adiós a una dupla icónica
Desde que Eddie Brock y Venom unieron fuerzas, han protagonizado una serie de aventuras que han oscilado entre lo extravagante y lo cómico. En Venom: El Último Baile, esta dupla regresa a lo grande, presentándonos el último capítulo de su historia. En esta ocasión, enfrentan una amenaza cósmica de proporciones épicas: Knull, el Dios de los Simbiontes.
Knull ha estado prisionero durante milenios, pero su ansia de libertad lo ha llevado a enviar a sus ejércitos de Xenófagos en busca de algo que solo Venom posee: el Códice. Este artefacto es la clave para que Knull rompa sus cadenas y desate una nueva era de oscuridad bajo su reinado, conocido como el Rey de Negro.
Mientras tanto, Eddie ha sido acusado injustamente de un crimen, lo que lo convierte en fugitivo. Como si no fuera suficiente con la amenaza de Knull, una agencia gubernamental secreta está decidida a capturar a Venom y a los simbiontes perdidos en la Tierra. La película nos lleva a un final inevitable donde todo puede pasar, y te lo aseguro, todo pasa.
Un cierre digno para la trilogía
Venom: El Último Baile no es una película que intente reinventar la rueda ni cambiar el curso de la franquicia. En lugar de eso, sigue la fórmula establecida en las dos entregas anteriores, pero lo hace con más foco y solidez. En esta ocasión, la trama secundaria pasa a un segundo plano, permitiendo que la película se concentre en lo esencial: la acción, el humor y la relación entre Eddie y Venom.
La directora Kelly Marcel, quien también escribió las dos películas anteriores, demuestra que comprende bien lo que hace que esta saga funcione. Al igual que las películas de Marvel de los años 90, Venom: El Último Baile no se toma demasiado en serio a sí misma. Su objetivo principal es entretener, y lo consigue con creces. La acción comienza de inmediato, sin perder tiempo en complicadas introducciones, y rápidamente nos encontramos inmersos en un viaje que lleva a Eddie y Venom hasta la icónica Área 51, en una serie de secuencias que homenajean al cine B de monstruos.
Tom Hardy, el alma de la franquicia
No se puede hablar de esta película sin destacar la interpretación de Tom Hardy. Si algo ha mantenido a flote a esta saga, es su carisma. Hardy vuelve a darlo todo, en lo que probablemente será su último baile en el género de los superhéroes. Su interpretación de Eddie Brock ha sido siempre peculiar, y esa es la magia de Venom: Hardy sabe que esta franquicia no necesita tomarse demasiado en serio para funcionar.
Es fácil imaginar que Hardy buscará alejarse del mundo de los superhéroes después de esta película, y si lo hace, dejará un legado que será difícil de igualar. ¿Habría llegado Venom tan lejos sin él? Difícilmente. Basta con ver cómo otras películas del Spiderverse de Sony, como Morbius, Madame Web y la próxima Kraven el cazador, las cuales luchan por encontrar su lugar en el panorama actual. ¿Tendrán secuela? Eso está por verse.
Un festín para los fans de los simbiontes
Si eres un fanático de la mitología de los simbiontes, Venom: El Último Baile tiene algo para ti. La película está llena de versiones «venominizadas» de animales, que aportan un toque curioso al tercer acto. Además, está cargada de referencias y guiños a los cómics, especialmente para aquellos que han seguido de cerca la saga del Rey de Negro. Knull, aunque en esta ocasión sirve más como una previa a algo mayor, es un villano con un potencial inmenso que deja a los espectadores con ganas de más.
Sin embargo, no todo es perfecto. A pesar de la acción desenfrenada y el tono autoconsciente, algunos momentos pueden llegar a ser bochornosos. Se nota que Hardy, en ciertos puntos, está en piloto automático. Además, el futuro del Spiderverse de Sony sigue siendo incierto. A pesar de una sólida entrega, no está claro hacia dónde se dirige la franquicia después de esta película.
Escenas post-créditos que valen oro
Para aquellos que aman las sorpresas después de los créditos, no se pierdan las dos escenas post-créditos de Venom: El Último Baile. Sin entrar en spoilers, estas escenas no solo son emocionantes, sino que plantean preguntas interesantes sobre el futuro de Venom en el Universo Marvel. ¿Veremos algún día ese esperado enfrentamiento entre Spider-Man y Venom? ¿Formarán parte de los Seis Siniestros? El tiempo lo dirá.
Reflexión
En definitiva, Venom: El Último Baile cierra la trilogía de manera sólida y satisfactoria. No es una película que cambie el género ni será recordada como una obra maestra, pero cumple con su misión de ofrecer una experiencia divertida y llena de acción. Si disfrutaste de las dos primeras películas, esta tercera entrega te encantará. Para los no iniciados, es exactamente lo que esperarían de una película de Venom: ni más, ni menos.
Así que, Marvel Zombies, cuando veáis la película, no olvidéis dejar vuestras impresiones en los comentarios. ¿Qué os ha parecido Venom: El Último Baile? ¿Qué esperáis de Knull? ¿Y del futuro de Venom en el multiverso? ¡Nos leemos en los comentarios!
