El director David Fincher desvela secretos del rodaje de Se7en y el impacto cultural de la película que se estrenó en 1995.
David Fincher, reconocido por su precisión narrativa y estética impecable, ha hablado sobre el impactante final de Se7en en el marco del 30.º aniversario de la película. En una conversación exclusiva, reflexionó sobre los desafíos que enfrentó durante el rodaje y el legado que dejó este thriller que revolucionó el cine de los años 90.
Estrenada en 1995, Se7en se destacó por su innovador enfoque en el género de suspenso. La cinta sigue a los detectives Mills (Brad Pitt) y Somerset (Morgan Freeman) en su búsqueda de un asesino en serie que basa sus crímenes en los siete pecados capitales. Aunque el guion de Andrew Kevin Walker era ingenioso, fue la visión de Fincher la que convirtió la historia en un fenómeno cultural.
El desafío técnico: el caso de Sloth.
Uno de los momentos más impactantes de la película ocurre con la víctima conocida como Sloth (perezoso). David Fincher compartió que este segmento fue uno de los más complicados de rodar debido al nivel de detalle en el maquillaje y la logística necesaria para mantener la ilusión.
«El maquillaje de nuestro maravilloso actor, Michael Reid McKay, llevaba seis o siete horas. Tuvimos que transportarlo en un vehículo refrigerado y subirlo cuidadosamente al set para que no se dañara el maquillaje», explicó Fincher a CB.
El nivel de compromiso técnico y artístico detrás de esta escena demuestra la dedicación del equipo para lograr el realismo inquietante que caracteriza a Se7en.
Un final que casi no sucede como lo conocemos.
Uno de los momentos más recordados de la película es su inquietante desenlace en el desierto, donde el detective Mills descubre «qué hay en la caja». Sin embargo, David Fincher reveló que esta escena casi no se rodó debido a restricciones presupuestarias y problemas de agenda.
«Solo teníamos 58 días con Brad Pitt, y New Line inicialmente no quiso aprobar el uso de helicópteros en la secuencia final. Fue después de que Brad terminó de filmar 12 Monos que logramos conseguir nueve días adicionales para las tomas necesarias», comentó el director.
«Esa línea final de McGinley… se hizo en la etapa de doblaje. Y él dijo: Creo que al final debería decir algo. Y yo le respondí: Bueno, ¿qué crees que dirías?. Y él dijo: No lo sé. Creo que estaría tan molesto que debería decir algo. Entonces le dije: ¿Qué tal si simplemente dices: ¡Alguien allá abajo, haga algo!. Y luego improvisó con eso unas cuatro o cinco veces. Recuerdo pensar: si tienes un sinsentido que simplemente se siente como alguien rindiéndose. No vamos a poder afectar nada aquí. No hay… ya está. Se acabó. Es lo que es. Y eso fue lo que se le ocurrió».
«Si estás hablando de un objeto de utilería en una película que hice, estás hablando de uno entre docenas. Así que no, la caja… la idea de que haya una sola caja es tan adorable como la idea de intentar subir a un actor completamente cubierto de gelatina y llagas por tres pisos de escaleras sin que nadie lo vea».
Este tipo de desafíos son habituales en grandes producciones, pero pocos directores logran convertir obstáculos en oportunidades para fortalecer la narrativa, como lo hizo David Fincher.
Kevin Spacey y el secreto mejor guardado.
Otro aspecto innovador de Se7en fue mantener en secreto la participación de Kevin Spacey como el enigmático John Doe hasta el estreno. Este movimiento estratégico añadió un nivel de sorpresa al público, un riesgo calculado que Fincher asumió pese a la preocupación de que Spacey fuera asociado con otro villano memorable en Sospechosos habituales, estrenada solo un mes antes.
«Nadie sabía que Spacey estaba interpretando a un genio malvado en otra película. Me enteré después y pensé: ¿Cuántos genios malvados puede interpretar en un año?», bromeó el director.
Un legado que sigue vigente.
Se7en no solo redefinió el cine de suspenso, sino que también cimentó la reputación de David Fincher como un maestro del género. Con la llegada de una edición remasterizada en 4K el próximo 7 de enero, los fanáticos podrán revivir cada detalle de esta obra maestra.
La película sigue siendo un ejemplo del poder del cine para explorar las profundidades más oscuras de la humanidad, un espejo que nos obliga a reflexionar sobre nuestra moralidad.
¿Qué opinas sobre el impacto de Se7en después de tres décadas? Déjanos tu comentario y comparte esta noticia con otros cinéfilos para seguir debatiendo sobre el legado de esta icónica película.
