El amargo desencanto de David Lynch con su versión de DUNE ¡Más allá de lo que ves en pantalla!
La adaptación cinematográfica de una obra literaria icónica es un desafío titánico. La saga de novelas de ciencia ficción de Frank Herbert, DUNE, se erige como un equivalente espacial a El Señor de los Anillos. Aunque la serie ofrecía una rica mitología y personajes cautivadores, llevarla a la pantalla grande fue un reto monumental. Sin embargo, la decepción que los fans sintieron con la película de 1984, fue eclipsada por la aversión que el propio director, David Lynch, sentía hacia su propia creación.
David Lynch, aclamado por su estilo único y surrealista, parecía una elección sorprendente para dirigir la adaptación de DUNE. Ya que había establecido su reputación con obras inusuales y temáticas surrealistas. A pesar de ello, tras el éxito de sus películas Cabeza borradora (1977) y El hombre elefante (1980), los estudios lo consideraron como director de esta ambiciosa epopeya de ciencia ficción.
No quiso involucrarse con Star Wars.
Universal Pictures abordó a David Lynch después de que rechazara la propuesta de George Lucas para dirigir El Regreso del Jedi (1983). Pero cuando Lynch se embarcó en DUNE, lo que surgió fue una experiencia llena de desafíos. Aunque su enfoque y visión eran genuinos, Universal terminó editando su película, eliminando elementos característicos del estilo surrealista de Lynch y dejándolo insatisfecho con el resultado final.
La versión de DUNE que llegó a los cines fue un híbrido de las visiones de David Lynch y del estudio. Aunque la película se convirtió en un fracaso en la taquilla y en la crítica, el director consideró que era un proyecto crucial en su carrera. No solo marcó su colaboración con Kyle MacLachlan, que continuaría en Terciopelo azul (1986) y Twin Peaks (1989-1991), sino que también sirvió como catalizador para abandonar proyectos de gran presupuesto en favor de obras maestras como Corazón salvaje (1990) y Mulholland Drive (2001).
Aunque la versión del director que David Lynch tenía en mente nunca llegó a la pantalla, el director no ha descartado la posibilidad de revisitar su visión. Aunque es poco probable que lleguemos a verlo, el hecho de que continúe considerando la posibilidad de un montaje del director es intrigante. Además, ha revelado en diferentes entrevistas que no ha visto la versión de Denis Villeneuve.
Así, el desencanto de David Lynch con DUNE se debe a las dificultades de la producción debido al choque constante con el estudio de cine. Además, dejó una marca en su carrera, redefiniendo su camino y dándonos obras maestras que de otro modo podrían no haber existido.
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