Paul Jenkins es un guionista que ha tenido bastante mala suerte con las editoriales con las que ha trabajado en los últimos años hasta llegar hace bien poquito a BOOM! Studios, en la que se siente como en Casa, sin presiones de ningún tipo ni cambios de última hora como pasaba con las anteriores.
Imagínate, amigo lector, que un omnipotente y misterioso supervillano ha secuestrado a los superhéroes más poderosos del planeta y los obliga a luchar en combates a muerte hasta que solo quede uno: ¿a que suena bien?
Para los lectores más curtidos quizás esta premisa les suene a esa serie limitada llamada Avengers Arena, en la que dieciséis superhéroes adolescentes tenían que combatir a vida o muerte, pero Deathmatch va más allá.
Lo que aquí consigue Jenkins es mantener la intriga en todo momento gracias a un juego ‘conspiranoico’ muy inteligente donde no faltará el misterio ni la intriga por saber quién está detrás de este misterioso plan.
Respecto al dibujante de la serie, Carlos Magno, realiza un meritorio trabajo a los lápices, entregando para la ocasión unos excelentes diseños de personajes a los que se les podría reprochar un cierto aspecto hierático en sus rostros, detalle que es un mal menor dentro del estilo tan impactante del artista brasileño.
Os estaréis preguntando por los combates que no pueden faltar en este tipo de género: los hay, sí, y cuando aparecen, Jenkins demuestra que cuando quiere se puede poner violento y gore, y más teniendo como pareja a un dibujante que no escatima en detalles cuando la ocasión lo precisa.
En el primer tomo vemos como Dragonfly toma el protagonismo desde la primera página, intentando llegar al centro mismo de esa figura misteriosa que trabaja entre las sombras, elucubrando por el camino teorías que salpican a sus propios compañeros y enemigos.
El segundo tomo toma un cariz diferente al cambiar el eje de acción y saliendo a la luz diversas tramas de vital importancia para el devenir de los acontecimientos.
En definitiva: Deathmatch es una de las mejores series de superhéroes del momento, y es que no hace falta ir a las grandes editoriales para descubrir ese GRAN título que te vuelva a sorprender, que es lo que cualquier lector de cómic busca.
Mención aparte para la edición por parte de Aleta (que contiene un montón de extras) y el tipo de papel utilizado que particularmente me encanta.