Donald Sutherland, el alto y delgado actor canadiense de rostro alargado que se convirtió en un ícono contracultural con películas como The Dirty Dozen, M.A.S.H., Klute y Don’t Look Now y que posteriormente disfrutó de una prolífica y variada carrera en el cine con filmes como Ordinary People, Without Limits y la saga de Los juegos del hambre, falleció ha fallecido en Miami tras una larga enfermedad a los 88 años de edad.
Durante más de medio siglo, el actor ganador de un Emmy y un Globo de Oro, quien recibió un Oscar honorífico en 2017, interpretó memorablemente a villanos, antihéroes, protagonistas románticos y figuras de mentor. La estrella de cine, se hizo muy popular en la última década con su papel secundario como el malvado Presidente Snow en la franquicia Los juegos del hambre.
Más recientemente, apareció como el juez Parker en la serie Lawmen: Bass Reeves y en Swimming With Sharks en 2022. Otros roles recientes incluyen las series Undoing y Trust donde interpretó a J. Paul Getty, y las películas Ad Astra y The Burnt-Orange Heresy.
Sutherland ganó un Emmy como actor de reparto por Citizen X de HBO en 1995 y también fue nominado en 2006 por la miniserie de Lifetime, Human Trafficking.
Tras lo que Sutherland llamó “una pequeña carrera errante,” incluyendo roles en películas de terror de bajo presupuesto como Castle of the Living Dead (1963) y Die! Die! My Darling! (1965), consiguió un papel en The Dirty Dozen (1967).
El papel de Sutherland en M.A.S.H. en 1970, como el cirujano anti-autoritario Capitán «Hawkeye» Pierce, lo catapultó a la fama junto a su co-estrella Elliott Gould, quien interpretó al Capitán «Trapper» John. A pesar de las dificultades con el enfoque improvisacional del director Robert Altman, la película fue un éxito rotundo y consolidó a Sutherland como una estrella importante.
En los años siguientes, Sutherland tomó decisiones de carrera eclécticas y memorables. Interpretó papeles en Klute (1971), Don’t Look Now (1973) y The Day of the Locust (1975), entre muchos otros. Su capacidad para alternar entre roles principales y secundarios le permitió dejar una marca indeleble en la industria cinematográfica.
A pesar de nunca haber sido nominado para un Oscar, el trabajo de Sutherland en películas como Ordinary People y Without Limits es frecuentemente citado por críticos como algunos de los mejores de sus respectivas décadas.
La partida de Donald Sutherland deja un vacío inmenso en el mundo del cine. Su talento y versatilidad lo convirtieron en una figura inigualable, y su legado perdurará a través de las innumerables actuaciones que nos regaló a lo largo de su extensa carrera. Adiós, Donald Sutherland, y gracias por las inolvidables historias que nos dejaste. Tu legado continuará inspirando a futuras generaciones de actores y cinéfilos.
