Modern Family, esa serie que nos acompaña desde el 2009, dirigida por Steven Levitan y Christopher Lloyd, que, previsiblemente, se acerca a su fin (le quedarán una o dos temporadas como mucho), ha ido transformándose con el paso de los años y ha sufrido el efecto Simpsons, entró en declive.
Reconozco que le tengo mucho cariño a Modern Family, he crecido con ella e incluso ha influido en mi vida personal. He visto todas las temporadas siempre encariñado de ella, pero he sido consciente de que la serie ha ido cayendo sin frenos.
Flanderización de la serie
Los personajes (sin excepción), han sufrido un proceso conocido como flanderización. Es decir, los han llevado al límite, hasta convertirlos en una caricatura de ellos mismos, como le ocurrió a Flanders (de ahí el término) o a Sheldon Cooper. Esto es fácil de demostrar: Phil cada vez es más torpe, Luke más tonto, Cameron más extravagante o Alex más repelente (a Lisa le ocurrió lo mismo en Los Simpsons).
Las situaciones se han vuelto más y más surrealistas, tontamente cómicas y los chistes han perdido su gracia. Una comparativa con Modern Family, lógicamente, serían Los Simpsons. Ambas series reflejan a las familias reales de Estados Unidos, lejos de esa idealización de las series de los 60 y 70 donde la familia era perfecta.
Los Simpsons hace mucho que entraron en declive, cada vez más decadentes con los mismos problemas. Personajes estúpidos y exagerados sin gracia y tramas tontas y sin sentido alguno. Los Simpsons, al igual que Modern Family son referentes de la cultura pop e incluso ambas incluyen cultura pop en sus series, pero por desgracia han ido perdiendo fuelle. Me duele decirlo, pero una retirada a tiempo siempre es una asegurada victoria.
¿Qué opinas de Modern Family? ¿Te sigue gustando? Danos tu opinión en los comentarios o en nuestras redes sociales.