El traje de Flash para la película de Ezra Miller pudo haber sido distinto
Tras años de idas y venidas, problemas legales de Ezra Miller y finalmente su tratamiento psiquiátrico, cambios de mando en Warner Bros. y un total de tres finales rodados, Flash por fin llegó a los cines. Una película aplaudida por unos y defenestrada por otros, el punto final del DC Extended Universe (aunque todavía debe estrenarse la segunda aventura de Aquaman) y la despedida de la línea que DC estaba siguiendo, a trompicones, desde el 2013 con El hombre de acero.
Un traje que no vimos
En esta historia el velocista lleva un traje que es una variación del mostrado en 2017 en Liga de la Justicia, conserva el casco pero el aspecto general es menos de armadura y más similar a lo visto en el cómic. Aunque estuvo a punto de ser todavía más parecido a las viñetas, al menos si nos atenemos al concept art firmado por Jerad S. Marantz. Una traje que bebe a partes iguales del clásico, el de Grant Gustin, algo más que lógico debido a la popularidad de la serie del corredor que cuenta con él como protagonista y con un toque del llevado por John Wesley Shipp en su momento (al menos para mí está claro).
Con toques de la serie de los 90
En esta versión descartada del uniforme lo primero que llama la atención es que no lleva casco y sí una máscara más ajustada, al igual que el símbolo del pecho que es de mayor tamaño. Los rayos dorados están por doquier, salen del pecho, del cinturón, de los antebrazos por las piernas y aunque la imagen no lo revela es de suponer que llegan hasta las botas. El rojo es más oscuro con partes granates que emulan al Flash televisivo de los 90, lo que hace que el símbolo del rayo sobre el fondo blanco luzca mucho más de lo que lo hace en la película.