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Cómics / libros

El integral de lo supernuevo de TANK GIRL

tank girl

Nueva entrega de TANK GIRL, la única heroína que no sabe si hace el bien destruyendo cosas o solo hace bien lo de destruir cosas

Volvemos al mundo más punk y absurdo del cómic. Tank girl es rareza hecha cómic, lo extraño y sin sentido llevado al extremo, humor escatológico y grosero sin líneas rojas. Siempre raro, siempre a su bola. Pero siempre cuenta algo. Por eso mola Tank girl., porque nadie puede encasillar una obra construida sobre un objetivo, no dejarse domar. Y así es como ha sido siempre.

Tres nuevas series se recopilan en este integral que Norma edita en España, CARIOCA de Alan Martin y Mike McMahon, ESTADO SÓLIDO de Alan Martin y Warwick Johnson-Cadwell y TANK GIRL DEL SIGLO XXI de Alan Martin y varios artistas. Todas escritas por el creador del personaje son muy diferentes entre sí.

Carioca

La primera cuenta una de las aventuras más sencillas de Tank Girl, ser ella misma en medio de una confabulación de la televisión para matarla. Que la hayan timado y se queje matando al presentador no tiene nada que ver claro. Una historia que critica la telerrealidad, las sectas, la religión y hasta la venta de armas al estilo estadounidense, sin control. Hay mucha bilis y causticidad en cada página en la que no importa lo que pase, sino a que está atacando ahora.

Estado solido

Estado sólido entra ya en una aventura más canónica, pero la locura llega desde el dibujo, kaijus gigantes y otra vez una crítica social elevada para esta historia con una tasa de destrucción por página muy elevada, elevadísima, nivel la Luna y subiendo.

Tank Girl del Siglo XXI

tank girl del siglo xxi

El tercer es más interesante porque son una serie de reflexiones del nuevo siglo a través de los ojos de Martin que cada autor implicado expresa a su manera. Más caleidoscópica no está falta de la mala baba del autor. Lo malo de estas antologías es que nunca están todos los capítulos al mismo nivel.

Fuera de la vorágine de acción, chistes malos y locuras, Martin tira piedras contra muchas cosas, el poder, las clases altas, la tv y medios, religión, guerras…no deja títere con cabeza. Es una obra muy punk inglés, antisistema, antipoder, antinormalidad, antitodo. Y funciona.

Hacía mucho que no disfrutaba del arte de Mike McMahon, exagerado hasta el agotamiento, su estilo ha cambiado mucho durante toda su carrera, en esta obra el color es tan potente que irrita los ojos. Vivo, ofensivo y con un estilo de anatomías aberrantes transmita lo que el punk a la música, una sensación de desestabilización que hace que el loco guión se deslice como un cuchillo caliente en mantequilla.

Warwick Johnson-Cadwell es muy diferente. Loco y absurdo, se olvida de la realidad hasta cuando quiere contar algo sin fantasía alguna. La increíble agresividad de sus líneas y como no tiene problema por olvidarse de todo tipo de perspectivas y relaciones especiales hacen de sus páginas un extraño placer, como cuando sabes que estás haciendo algo malo pero no puedes dejar de hacerlo.

Y un montón más de dibujantes en la tercera parte. Todos dejan huella en lo principal, soltarse y no parecerse a nadie, ser ellos contando todo lo que a Alan Martin se le ha ocurrido. Siempre destacar a Jamie Hewlett, el primero que atacó el cómic con Tank Girl, sigue en forma y ha ganado empaque, es duro, es rápido y pega fuerte.

Conclusión

Tank girl es un cómic que cuando lees te habla, o lo odias, o lo amas, pero si lo acabas no sales igual, puedes salir con un poco más de odio contra el mundo o solo contra los autores, pero desde luego no saldrás pensando en tomar té con pastas.

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