El cine de fantasía épica o espada y brujería no sería posible sin la influencia del escritor Robert E. Howard (1906 – 1936).
El cine, desde su nacimiento, ha tenido una estrecha relación con la literatura. Incontables obras literarias han servido de inspiración para la gran pantalla, pero pocas han tenido el impacto y la influencia que Robert E. Howard. Este prolífico escritor estadounidense, que vivió solo 30 años, dejó un legado inmortal a través de su obra literaria, que dio vida a algunos de los personajes más icónicos y que ha contribuido significativamente al subgénero de la espada y brujería. Ahora, exploraremos cómo su imaginación fértil ha dado forma a algunas de las películas más queridas y duraderas en la historia del séptimo arte.
Un destino trágico.
Robert E. Howard nació el 22 de enero de 1906 en Peaster, Texas y creció en un entorno tenso y perturbador. Por lo que desde temprana edad se sumergió en la literatura y la escritura como una vía de escape.
Fascinado por las historias de aventuras, comenzó a escribir relatos de acción desde una edad temprana, y con el tiempo, desarrolló su propio estilo distintivo que mezclaba lo histórico con lo fantástico. Su amor por eventos del pasado, la mitología y las culturas antiguas fue evidente en su escritura y se convertiría en uno de los pilares de su obra literaria. Además, llegó a entablar una gran amistad a través de cartas con otro grande de la ciencia ficción como es H. P. Lovecraft.
Su relación con su madre era tan estrecha que cuando esta se quedó en coma, el escritor decidió quitarse la vida de un disparo a los 30 años.
El surgimiento de la espada y brujería.
Robert E. Howard encontró su nicho en la revista Weird Tales en la década de 1930. A través de esta revista, introdujo al mundo a un género que cambiaría para siempre la literatura y el cine: la espada y brujería. Este género se caracteriza por mundos antiguos y exóticos, llenos de héroes musculosos, brujos malvados, criaturas monstruosas y aventuras épicas. Él creó un subgénero que giraba en torno a guerreros solitarios, forjados en la violencia, que se enfrentaban a la magia y la maldad con acero y coraje.
Sus personajes legendarios.
El primer gran regalo de Robert E. Howard al mundo fue Conan el Bárbaro. Este guerrero es un cimmerio, un luchador sin igual que vagabundea por un mundo antiguo lleno de peligros. Su fuerza, valentía y falta de escrúpulos lo convirtieron en un personaje inolvidable. La creación de Conan dio origen a una serie de relatos que se volvieron extremadamente populares y que han inspirado innumerables películas y adaptaciones en todos los medios imaginables.
Pero Conan no fue el único personaje icónico de Howard. También dio vida a Solomon Kane, un puritano atormentado que lucha contra el mal con su espada y su fe. Kane, con su sombrío sentido de la justicia, es un antihéroe en un mundo oscuro y retorcido. Luego está Kull de Atlantis, un antiguo rey que gobierna una tierra repleta de misterios y horrores.
La influencia en el cine.
La influencia de Robert E. Howard en el cine es innegable. La primera adaptación cinematográfica de Conan llegó en 1982 con Conan el Bárbaro, dirigida por John Milius y protagonizada por Arnold Schwarzenegger. La película fue un éxito rotundo y catapultó a Schwarzenegger a la fama. La brutalidad, la acción y la narrativa oscura del autor se tradujeron perfectamente a la pantalla grande.
El éxito de Conan el Bárbaro dio lugar a una secuela en 1984, Conan el Destructor, que mantuvo la atmósfera de espada y brujería, pero tuvo un tono ligeramente más ligero. Las películas dejaron una marca en la cultura pop y establecieron el estándar para futuras películas de espada y brujería.
Pero su influencia no se limita a Conan. El personaje de Solomon Kane fue llevado al cine en 2009, con James Purefoy en el papel principal. La película capturó la esencia del personaje oscuro y atormentado de Howard y se convirtió en una joya poco apreciada del cine de espada y brujería.
El renacimiento en el Siglo XXI.
En 2011, se lanzó una nueva adaptación de Conan el Bárbaro, esta vez protagonizada por Jason Momoa. La película buscó regresar a las raíces oscuras y brutales del personaje, pero no logró el éxito de su predecesora.
Aun así, la fantasía épica tuvo una nueva ola de películas como 300 (2006) y Furia de Titanes (2010) se inspiraron en la estética y la acción de Howard, y demostraron que el interés por las historias de héroes musculosos y batallas épicas seguía vivo y coleando en el siglo XXI.
Otras película en la saque se puede ver su influencia son influencia son El señor de las bestias (1982), Los inmortales (1986), Masters del universo (1987), Erik el vikingo (1989), Sinbad, el rey de los mares (1989), El rey escorpión (2002), The Chronicles of Riddick (2004) y Van Helsing (2004).
¿Os gustan los relatos de Robert E. Howard? Dejadnos vuestros comentarios a continuación en la sección de opinión.
Además, hay que recordar que la película El que caminaba solo (The Whole Wide World) de 1996, hay un personaje basado en él y que está interpretado por Vincent D’Onofrio. La trama trata sobre una maestra aspirante a escritora que conoce a Robert E. Howard y se crea una relación entre ambos, pero la devoción servil a su madre enferma complica las cosas.