Los productores de anime no están de acuerdo con las políticas de Netflix, la plataforma podría tener grandes problemas.
Un nuevo informe de la Asociación de Animación Japonesa (AJA) ha puesto en el foco la controvertida práctica de Netflix de no pagar regalías adicionales, sin importar el éxito de un anime en su plataforma. La AJA, que cuenta con 40 miembros de pleno derecho y 52 miembros asociados, evitó mencionar a Netflix directamente, refiriéndose a un «proveedor global de distribución». Sin embargo, la descripción coincide con el modelo de negocio de Netflix, que recientemente confirmó que emplea una tarifa fija en lugar de regalías, sin importar la popularidad del contenido.
En un informe presentado ante la Agencia de Asuntos Culturales de Japón, la AJA detalló cómo este «proveedor global de distribución» se limita a pagar una tarifa fija por la licencia de contenidos, sin proporcionar regalías adicionales cuando un anime se convierte en un éxito. Según la AJA, además, los pagos suelen ser reticentes y se realizan en cuotas, extendiéndose durante años. Esta situación, comentan los productores, reduce su capacidad de generar ingresos adicionales por proyectos populares y limita la transparencia al no tener acceso a datos detallados de audiencia. La falta de esta información, alega la AJA, también dificulta las auditorías de regalías, un recurso clave para verificar la justicia de los acuerdos de pago en la industria.
Esto preocupa a los responsables de los animes.
Si bien Netflix paga tarifas de licencia considerablemente más altas que otras plataformas, la ausencia de un modelo de regalías preocupa a los productores de anime, especialmente si una serie o película logra un éxito significativo en la plataforma. Al no poder acceder a datos detallados, los estudios y creadores carecen de la información necesaria para optimizar la comercialización de sus producciones.
Nishii Terumi, directora de animación de obras populares como Jujutsu Kaisen 0 y Mawaru Penguindrum, destaca que aunque Netflix paga tarifas de licencia elevadas, estas suelen beneficiar a los inversores en lugar de llegar a los estudios de animación o a los creadores individuales. En la mayoría de los casos, los comités de producción, que reúnen financiamiento para crear animes, son los que reciben estos fondos, dejando a los estudios y sus subcontratistas en condiciones económicas limitadas. Estos estudios suelen recurrir a subcontratistas y freelancers para cumplir con los exigentes plazos, lo cual resulta en una situación de salarios bajos, presión laboral y poca claridad en las directrices de producción.
Más allá de Japón.
El informe de la AJA también expone casos de discriminación hacia animadores chinos, quienes constituyen un segmento importante en la subcontratación de animación japonesa. A pesar de su contribución esencial, enfrentan condiciones laborales desiguales que agravan la problemática estructural del sector.
En su propio informe a la Agencia de Asuntos Culturales de Japón, Netflix enfatizó las medidas que ha implementado para mejorar la transparencia y la eficiencia en la cadena de producción de anime. La plataforma afirmó que exige facturas de cada nivel de producción, lo cual permite auditorías más precisas y ayuda a reducir los costos asociados con los intermediarios. Asimismo, Netflix asegura que sus reportes de clasificación diarios, semanales y bianuales brindan a los creadores una visión más clara del rendimiento de sus obras, aunque muchos en la industria sostienen que estos datos son insuficientes para tomar decisiones estratégicas de marketing a largo plazo.
No obstante, la AJA y los estudios asociados, entre ellos gigantes como Aniplex, TOHO, KADOKAWA y Toei, sostienen que la información proporcionada sigue siendo limitada, especialmente en términos de datos demográficos, lo cual limita el poder de negociación en futuras renovaciones de licencia.
La plataforma se aprovecha de su situación privilegiada.
A medida que la industria de anime crece y se globaliza, las voces que demandan mejores condiciones y mayor equidad en el pago de regalías ganan fuerza. La práctica de Netflix de operar bajo un modelo de tarifa fija contrasta con otros servicios como Crunchyroll, que según informes, utiliza un modelo de regalías basado en una garantía mínima, aunque la plataforma no ha hecho comentarios al respecto.
En el contexto actual de transformación digital, la exigencia de una compensación justa para creadores, estudios y subcontratistas se convierte en un tema de interés crítico. La industria del anime japonesa, a través de la AJA, está abogando por un cambio en los modelos de pago y por una transparencia que permita a los creadores beneficiarse de sus trabajos en proporción al éxito de estos. La relación entre plataformas de streaming y creadores de contenido parece estar en el inicio de una necesaria renegociación para encontrar un equilibrio que beneficie a todos los actores de la cadena.