La serie El Pingüino ya ha estrenado su primera temporada en HBO Max y nos ha dejado algo claro: Este es un villano al que no hay que coger cariño en ningún momento.
Atención SPOILERS. En El Pingüino, la serie que explora el oscuro corazón de Oswald «Oz» Cobb (interpretado magistralmente por Colin Farrell), DC Comics nos recuerda por qué este villano es uno de los personajes más temibles de Gotham. Aunque en algún momento la ambigüedad de sus acciones podría invitar a simpatizar con él, rápidamente queda claro que cualquier atisbo de humanidad en Oz es apenas una fachada.
Lejos de ser un antihéroe, El Pingüino representa el lado más retorcido de la supervivencia, un personaje que emplea la brutalidad y el engaño con frialdad, sin remordimientos, y que demuestra que en Gotham no hay lugar para la debilidad.
Un personaje temible para una ciudad despiadada.
Desde una temprana edad, Oz demostró ser capaz de cometer actos atroces. La serie El Pingüino nos revela un pasado oscuro cuando se menciona que permitió la muerte de sus hermanos, dejando que se ahogaran sin mover un dedo. Para añadir a la crueldad de su carácter, no dudó en mentir a su madre Francis Cobb (Deirdre O’Connell) durante años, a pesar de que ella siempre supo la verdad. Esta frialdad es la esencia de su carácter: Oz carece de empatía incluso con quienes deberían ser sus seres más cercanos, lo que lo convierte en un ser difícil de redimir.
A medida que la trama avanza, se hace evidente que El Pingüino es un hombre dispuesto a hacer cualquier cosa para mantener su poder. Su traición a Victor Aguilar (Rhenzy Feliz) es una muestra clara de hasta dónde llega su crueldad. A pesar de que Victor lo veía como una figura cercana, casi como parte de su familia, Oz lo elimina sin titubear cuando percibe que esa lealtad podría convertirse en una debilidad. En esta acción, se evidencia que para Oz no hay lazos afectivos que valgan si estos representan el menor riesgo para sus objetivos. La muerte de Victor es una advertencia directa a cualquiera que intente acercarse a él de manera vulnerable; nadie está a salvo cerca de El Pingüino. Ni siquiera su «novia» Eve Karlo (Carmen Ejogo), ya que al final la viste y peina como a su madre.
Otro momento clave que resalta su brutalidad es la forma en que manipula a Sofía Falcone.
Cuando era el chofer de la familia Falcone, Oz no duda en traicionar a Sofía (Cristin Milioti) a pesar de ser la única que lo trataba bien, con el objetivo de ascender en la organización criminal. Al final de la serie, en lugar de matarla, Oz opta por un destino peor: hacer tratos que la lleven al asilo de Arkham donde ella perderá la libertad, que era lo único que ansiaba. Este acto no solo subraya su inteligencia y su capacidad para controlar las situaciones en su favor, sino también su preferencia por el sufrimiento prolongado de sus enemigos antes que el fin rápido de la muerte.
A pesar de estos actos escalofriantes, El Pingüino no es completamente insensible a la comunidad, o al menos así aparenta. Cuando devuelve la luz al barrio y da trabajo a la gente, parece que busca hacer el bien; sin embargo, sus intenciones se enredan en su interés personal y en su control del mercado de las drogas, usando a los residentes de Gotham como meros peones. También cuida de su madre, lo que podría interpretarse como un resquicio de afecto, pero incluso esta acción parece estar más relacionada con sus propias necesidades de control y poder que con amor genuino.
El Pingüino nos recuerda que, a pesar de sus aparentes destellos de bondad, Oz Cobb es un monstruo. Su historia nos advierte que su temible reputación está bien fundada y que, bajo su figura aparentemente amable, se esconde un manipulador sin piedad. No importa cuántos buenos actos realice; en el fondo, su interés está siempre en el control y en su supervivencia a costa de los demás.
Por suerte, Batman sigue en Gotham y no parará hasta que pague por sus crímenes. ¿Te ha gustado esta serie de HBO Max tanto como a nosotros? Déjame tus comentarios a continuación en la sección de opinión.