Repasamos El sexto revólver, la serie de Cullen Bunn y Brian Hurrt que ha editado Norma Editorial. Una historia fantástica con magia y plomo a raudales.
Cuando El sexto revólver comenzó, Bunn tenía seguro el camino a seguir. Los seis revólveres malditos, los personajes, el fin del mundo, una Norteamérica post guerra civil y un montón de cosas más que podía añadir. No creo que pensara en la longitud total de la obra con spin off y especiales, 50 números de la serie regular más una docena de números de las demás.
Pero gracias a su dominio del ritmo y la estructura el Sexto Revolver mantiene un gran nivel. También gracias a Hurrt y su gran trabajo narrativo, la acción medida, las páginas espectaculares para elevar el nivel o las composiciones con información que no se hacen pesadas en su exposición.
Nueve arcos argumentales y tres miniseries que han llevado más de 6 años de publicación para contar la historia de un puñado de personas, héroes, villanos, monstruos, malditos, santos, brujos, chamanes, generales y soldados se han encontrado y separado, enfrentado y unido en batalla por culpa de seis armas míticas que pueden cambiar el mundo, o destruirlo.
El sexto revólver es el relato de Drake Sinclair, un hombre que luchó en el bando equivocado de una guerra, y que se volvió aún peor cuando lo sobrenatural tomó forma y las batallas se transformaron en carnicería. Convertido en traidor solo le queda convertirse en un investigador de lo que destruyó su vida y localizar los revólveres que amenazan el mundo.
El sexto revólver es la historia de Becky Montcrief, una mujer empujada al mundo de la magia y las maldiciones a pesar suyo, y de su padre, el causante de su relación con los seis revólveres malditos que pueden terminar con la existencia tal y como la conocemos. Sola en el mundo las amistades y enemistades que llenan su vida forman una gran parte de la saga.
Y el gran enemigo, Griselda, la bruja gris, antigua y malvada, cuya descendencia trajo el mal a nuestros protagonistas y los involucró en esta cruzada por intentar destruir o mantener el mundo que conocemos.
La historia de Bunn se compone de arcos que van completando la historia hasta las dos últimas partes de la historia, donde desemboca todo el mar de personajes y situaciones planteadas con antelación. Es un trabajo de relojero. Cada personaje y cada arco tiene una función que al final completa el enorme cuadro que el guionista y el dibujante habían planeado. Por el medio, acción en grandes cantidades, fantasmas, vudi, chamanismo, nativos americanos, el Wendigo, la guerra civil, Nueva Orleans, la Inquisición, magia vikinga y un sin fin de cosas que hacen de una buena historia un relato emocionante y complejo.
Y todo esto no funcionaría sin Brian Hurtt. El autor ha marcado el ritmo y el estilo de todo el cómic. Claro, definido y con un contraste enorme entre negros puros, casi sin grises. Pero con una atención al detalle increíble, cada composición tiene las líneas justas y necesarias, y eso se hace restando mucho, y eso es más difícil que llenar de rayitas y manchas un dibujo. Dinámico y con unas composiciones que hacen que la serie sea un pasa páginas adictivo, consigue que cada tomo de la serie sea una delicia.
El sexto revólver es un “weird western”, un cómic “del oeste” pero que recoge mitología, magia y fantasía para crear una obra mayor que la suma de sus componentes. Dejando una saga épica, llena de momentos oscuros, de debilidades humanas y momentos de brillo, de heroísmo y miedo, una saga que seguiremos repasando igual que una buena serie o película de género.