¿Qué problemas de salud tuvo Emilia Clarke durante el rodaje de Juego de Tronos? La actriz habla sobre su enfermedad y cómo la vivió.
Emilia Clarke ha hablado largo y tendido acerca de los problemas de salud a los que tuvo que enfrentarse durante el rodaje de Juego de Tronos. La actriz es ampliamente conocida por su papel como Daenerys Targaryen en la famosa serie de HBO. También ha dado vida a Qi’ra en la saga de Star Wars. Más concretamente, en la película de Han Solo. A lo largo de las ocho temporadas, Daenerys Targaryen trató de conquistar Poniente y restaurar la dinastía de su familia, reuniendo apoyo y ejércitos por el camino.
La intérprete de Juego de Tronos ha hablado otras veces antes acerca de los problemas de salud a los que se enfrenta. En un artículo de 2019 escrito para The New Yorker, Emilia Clarke habló sobre la recuperación de dos aneurismas. El primero de ellos tuvo lugar después del rodaje de la primera temporada. En cuanto al segundo, sucedió tras terminar la filmación de la tercera entrega. El primer aneurisma no requirió cirugía invasiva, pero el segundo fue más grave. Debido a esto, la actriz tuvo que ser tratada quirúrgicamente. Ella admitió que tuvo que pasar por un dolor terrible, experimentó unas emociones muy negativas y lidió con una pérdida de memoria temporal durante aquel periodo de tiempo.
«Es asombroso que pueda hablar y vivir mi vida con normalidad», ha admitido
Ahora, según Sunday Morning (BBC One), Emilia Clarke ha revelado que hay mucho más en la historia de sus problemas de salud. La actriz de Juego de Tronos ha explicado que, aunque puede haber parecido optimista al hablar de su condición anteriormente, los aneurismas que experimentó fueron verdaderamente graves. No solo tuvo la suerte de haber sobrevivido a ellos, sino que ha podido continuar con su vida y con su trabajo sin obstáculos. Ha asegurado que esto es extraordinariamente inusual.
«La cantidad de mi cerebro que ya no se puede usar… Es notable. Es verdaderamente asombroso que pueda hablar, a veces articuladamente. También lo es que pueda vivir mi vida con total normalidad, sin absolutamente ninguna secuela. Estoy muy, muy, muy pequeña minoría de personas que pueden sobrevivir a eso».