Hoy voy a descargar un poco de ira, de justa ira (eso sí), pero es que el tema me lleva carcomiendo un buen montón de tiempo. Watchmen.
Sí, es genial, maravillosa y única. La novela gráfica del mundo del cómic por excelencia, que primero salió en formato regular de grapa (si os pica, mala suerte), con un gran número de niveles de lectura y que mejora cada vez que se vuelve a ella.
Vale ya de ponerla en listas de tebeos recomendados, en artículos para gente que quiere iniciarse y de recomendarla a peña que no tiene ni idea de en qué se está metiendo. Ya está bien, que ellos no tienen la culpa de no tener el conocimiento suficiente para disfrutar de ella.
Ni yo, y seguramente nadie salvo sus dos creadores, o igual solo Alan Moore. Pero ni de lejos alguien que solo ha pillado un par de tebeos de Los Vengadores o incluso que solamente conoce del mundillo lo que se ha visto en la gran pantalla.
Y no, no quiere decir que la persona no esté formada o no sea culta, que nadie se vaya por ese camino y empiece a gruñirme. Nada más. Lo que sucede es que Watchmen es una obra que homenajea a la vez que destruye y reconstruye el género del superhéroe, haciéndolo además en base a personajes preexistentes (Charlton Comics) tras un lavado de cara y sirviéndose de todas las herramientas que la industria había dado hasta la fecha.
Esto es muy sencillo y se resume así: si no te has empapado de las capas de la edad de oro y de plata (si desconoces estos términos, directamente ni te compres Watchmen), los autores de aquellos momentos, sus intenciones, los hechos más recientes del mundo del cómic previos a publicarse la obra, entonces no vas a poder entender qué estás leyendo. No, no puedes.
Te falta herramientas. Esto es igual que si quieres ver una obra teatral en Londres pero no hablas el idioma. Disfrutarás, seguro que sí, y quizá parte sí llegue a calar en ti pero realmente solo lo hará de forma superficial. Te perderás una gran parte y quizá por este motivo tarde mucho en volver al teatro, o quizá nunca lo hagas. Ese es el problema.
Para disfrutar y entender Watchmen hay que tener interiorizado todo lo de antes, sumado a un conocimiento social del momento que será muy necesario, dar varias lecturas (a partir de tres es cuando considero que es la cifra) y entonces es cuando poco a poco, volviendo a la obra de cuando en cuando, podrá verse en todo su esplendor.
Y a todos los que recomendáis a lo loco esta joya, ya vale. Leñe.
