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Cine de culto

Especial superhéroes (III): El protegido, el mejor filme del género

el protegido

Después de los análisis de Los increíbles y Batman vuelve, continuamos con el especial de Cinemascomics.com dedicado a los superhéroes con El protegido

Tras el rotundo éxito y fenómeno de la década El sexto sentido, su director M. Night Shyamalan estaba destinado a ser un nuevo caso de genio prematuro. La gente esperaba ansiosa su nuevo proyecto, y este por fin llegó: El protegido. Cinta que contó nuevamente con Bruce Willis de protagonista y con un niño cerca de él. El título en español resultó ser infame, ¿Quién le protege? Yo no lo sé, puesto que su traducción del original, que vendría a ser algo así como Irrompible, es mucho más acertada nada más ver la primera secuencia con un bebé al que le ocurre todo lo contrario.

El protegido fue una película que se salía de lo convencional y que el público dejó de lado, ya que no estaba preparado para ver algo tan distinto a su producto anterior con tantos elementos similares. Quizá a eso ayudó poco su campaña promocional, la cual quiso vender el filme como otra película del mismo género aprovechando el tirón de El sexto sentido, o al menos eso recuerdo. Por último tampoco ayudó (es mi opinión) la sorpresa final de El protegido, y esto sí es achacable al director, pues parece que se “obligó” a sí mismo a ello, a una sorpresa final que repitiese éxito y, por tanto, defraudó a los seguidores de su obra anterior, obteniendo como resultado de todo esto un frío boca-oreja.

Como digo, varios fueron los factores pero, por otro lado, yo estuve en la sala de cine, y quizá porque fui de los pocos a los que El sexto sentido no les caló hondo, no deseaba tampoco un producto igual. Y me alegré sobremanera. Si bien la gran mayoría salió de la sala con gesto indiferente, en mi cabeza no podía dejar sitio para nada más que para lo que acababa de ver. Algo distinto, algo inusual, algo que merecía ser tenido en cuenta.

La premisa, con la que se vendió la película y por la que la gente se acercó a las salas, es simplemente brutal: tras un accidente de tren donde mueren todos los pasajeros, solo una persona sale ileso del mismo. Y no solo eso, sino que no tiene ni un solo rasguño. ¿Qué ha ocurrido? Lo que defraudó fue el QUÉ ha ocurrido. La gente esperaba algo diferente como ya he dicho y sobre todo no estaba preparada para que un tema como el de los superhéroes fuera tratado así, con un corte dramático, realista y de respeto.

Pero hablando ya de la película como tal, no podemos empezar sin hablar de sus primeros 15 minutos de puro cine. Al igual que en la película que tratamos anteriormente en el especial, Batman vuelve, aquí la historia se inicia no hablando del protagonista, cosa curiosa, sino del antagonista, y por ello verdadero motor del guion. Tras esta presentación, vemos otra secuencia brillantemente dirigida, la del accidente de tren, que de hecho nunca llegamos a ver, y su consecuencia posterior.

A raíz de esa premisa inicial, seremos participes de dos historias paralelas, la de David Dunn (Bruce Willis) y la de Elijah Price (Samuel L. Jackson). El primero, alguien que no ha sufrido daños, que no enferma. El otro, alguien frágil que por una enfermedad ósea llamada osteogénesis es capaz de fracturarse los huesos al más mínimo golpe. Uno es todo físico. El otro, todo mente. El personaje de Elijah Price se convierte a la vez en un Pepito Grillo que va dirigiendo a David Dunn con su argucia, convirtiéndose prácticamente en su mentor y siendo así el impulsor de sus acciones más relevantes.

Un David Dunn anodino, triste y que no encuentra emoción en su vida. Que vive con una situación sentimental muy lejos de ser idílica y un hijo con el que no tiene ese ‘feedback’ que se supone. Una situación que veremos cómo cambia conforme avanza el metraje, sobre todo a raíz de que alguien, a la salida del trabajo, ponga una tarjeta en su parabrisas. Por alguna razón, ese es el punto de inflexión de su vida y el inicio de una creencia. La creencia de poder ser diferente al resto, de sacar de una vez aquello que le atenaza y que no le deja avanzar.

Si en este especial estamos haciendo un repaso a películas algo alejadas, por un motivo u otro, de los convencionalismos en el cine de superhéroes, El protegido tiene un hueco especial. Lo que en otra película de este género vendría a ocupar el primer tercio, que sería la creación del héroe, aquí claramente se utiliza todo el metraje para dicho propósito. Además, la cinta está enfocada desde un punto de vista no visto hasta entonces, que es lo que realmente la hace diferente. Un punto de vista que luego sería encumbrado por el público generalista en una serie de televisión que parecía descubrir lo que Shyamalan ya nos había mostrado primero. Una serie de televisión que ni de lejos llegaba a la calidad de esta película, pero que, cosa curiosa, tuvo una repercusión abismalmente superior.

Para el que esto escribe, El protegido es la mejor película en la filmografía de su director (un director que tiene buenas películas en ella). Fenomenalmente dirigida y fotografiada, además de  manejar con gran respeto el tema con el que trabaja. Por otro lado, y esto es una opinión muy personal, pienso que es la mejor película sobre superhéroes que jamás he visto desde un punto de vista creíble.

Por último, comentar que me encanta cómo de forma encubierta, poco a poco, sin que el espectador se dé cuenta, Shyamalan va creando el mito alrededor del héroe. Primero con su villano y de algún modo amigo. Después con su “kryptonita” particular y que solo conoce Elijah. Y por último con el traje que utilizará (muy alejado de clichés y tópicos). Caso aparte es la banda sonora, increíble y llena de mística, que evidentemente, cuenta con ese ‘main theme’ para el personaje y que se va afinando cada vez más hasta sonar perfectamente en su primera heroicidad.

Si algo tiene El protegido que la hace especial es su capacidad para el encanto, para su visionado cada cierto tiempo sin miedo a la pérdida de calidad, una película que me recuerda a un moribundo que se levanta épicamente, pues conforme vas descubriendo la película se pone más y más en pie, hasta acabar en una escena final que todo lo cierra y por la cual entiendes perfectamente no ya la película y al personaje antagonista, sino a los villanos de todos los cómics que alguna vez leíste, pues todos, incluso ellos, necesitamos a nuestra otra mitad para darle sentido a nuestras vidas. 

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Enrique León
A los 11 años salí del cine lanzando flechas imaginarias gracias a Kevin Costner en "Robin Hood, príncipe de los ladrones". A los 12 escribí mi primer guion "serio" (que posteriormente rodaría en un corto titulado "La muñeca") y a los 16 o 17 años ya lo tenía claro: no había nada que pudiera superar al cine y la pasión que sentía por él (que me perdone el mundo). He rodado varios cortos. He escrito guiones, tanto propios como para otros. Actualmente junto a Borja Monclús, escribo un par de proyectos para series de televisión. En cuanto al cómic, he de reconocer que no soy mucho de superhéroes a la vieja usanza, sino que me dejo arrastrar más por el toque realista. Adoro la locura de Alan Moore en general y su obra magna "Watchmen" en particular. Adoro "Predicador", de otro loco de la pluma, Garth Ennis o "Batman, el regreso del caballero oscuro" del reconocido Frank Miller que me parece una vuelta de tuerca ejemplar. Tengo mis gustos al igual que tú tienes los tuyos. Lo que sí que tengo claro es que si estás leyendo esto es que tú también eres uno de los nuestros.
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