Y continuamos nuestro a repaso a la trilogía original de EVIL DEAD con Evil dead II (Terroríficamente muertos).
Sam Raimi ya era conocido en 1987. Seis años antes había presentado al mundo ‘Evil Dead’, una película muy barata y con la que había recaudado una gran cantidad de dinero en comparación. Toda una sorpresa.
Tras realizar ‘Ola de crímenes, ola de risas’ en el 85, película que escribió en conjunto con los hermanos Coen, Raimi se enfrentaba al mayor reto de su vida, una continuación de su primer film y a la vez película de confirmación, la tercera, la que en muchas ocasiones decanta la balanza hacia el talento o el ostracismo. Y Raimi, no quería ser olvidado.
¿Y cómo no caer en la imitación de un mismo producto? ¿Cómo hacer algo diferente y fresco pero al fin y al cabo, continuación de Evil Dead? Esas dudas fueron resueltas por Sam Raimi con gran inteligencia, ya que además de contar con un presupuesto infinitamente superior que daba manga ancha a un joven de 28 años, decidió apostar por la diversión en lugar del terror y por el exceso antes que la cautela.
‘Evil Dead II’ se inicia con un resumen algo torpe e inconexo de lo visto en la primera película y es quizás lo más confuso del film, pues no sabe uno si es un resumen, algo nuevo o mezcla de ambos, y es que no deja de ser el mismo protagonista que cerró la historia años antes el que está sobre el corcel, un Bruce Campbell que como he podido leer por ahí, se convirtió en el Jim Carrey del gore, un actor que no tuvo la suerte que merecía y que sí tendría su director.
En mi opinión la cinta tiene un problema a tener en cuenta, dada su compacta duración: adolece de un ritmo algo inestable y en ocasiones, el gore pese a ser muy divertido parece estar algo forzado, problemas estos que no tenía su antecesora, como la incursión de algunos planos que recuerdan también a la primera parte, no sabiendo con certeza si es por falta de ingenio, auto parodia o autor reverencia. En cualquier caso, esto último no deja de ser algo anecdótico.
El guion, por otro lado tampoco es uno de los puntos fuertes de la función, ya que este se torna una mera excusa para que Raimi saque a relucir toda la maquinaria que han puesto esta vez a su servicio y para que no se quede con las ganas de todo aquello que quiso hacer años atrás y no pudo llevar a cabo por falta de activos.
Pero también son muchos sus aciertos, como una dirección más experimentada o una stop motion más cuidada, que en pequeñas pinceladas puede recordar a la artesanía de Harryhausen (la tercera parte será en ocasiones todo un homenaje a este artista). ‘Evil Dead II’ cuenta también con algunas “set piece” dignas de mención que harían aplaudir a rabiar a día de hoy en algún festival de la costa mediterránea española, como la lucha de la mano de Ash contra sí mismo (increíble la actuación de Bruce Campbell, digámoslo de nuevo), la escena de la paranoia colectiva de los muebles y la cabeza de ciervo o la simbiosis entre Ash y la sierra eléctrica (hecho que curiosamente ocurre a falta de 15 minutos del final, como ya pasaba en la anterior).
Por otro lado, el hecho de apostar por el humor en lugar del terror fue otro gran acierto por parte del director, al igual que muchos otros, e hizo de ‘Evil Dead II’ un producto más fresco que en opinión generalizada superó a la primera parte.
Lo que está claro es que Raimi quería no estancarse y buscaba una vuelta de tuerca a una historia que tampoco podía dar mucho más de sí sobre el papel, pero inteligentemente le dio un por qué coherente a lo ocurrido en el primer film, hallando respuestas sobre el libro de los muertos en esta segunda parte que satisfizo a la mayoría.
Una película alocada, excesiva, paranoica (quizás demasiado), sangrienta y en conjunto, mucho más visual y entretenida que la anterior, con una escena final que es otra vuelta de tuerca hilarante, elevando así la saga a otra dimensión, la de la comedia, dimensión mucho más patente en el cierre de la trilogía ‘Army of the darkness’ con la que al fin saldría de la cabaña del bosque, en otra buena decisión de Raimi.
Con ‘Evil Dead II’, extrajo todo el jugo posible a su idea inicial, con excelentes resultados finales tanto de crítica como de público, que le permitieron convertirse en director reconocido antes de la treintena. Una película que ha resistido mucho mejor el paso del tiempo y que es agradable ver de vez en cuando. Película “eslabón” entre el terror de la primera y la comedia de la última que engarza muy bien y que desde luego, deja una sonrisa tras la proyección y un buen sabor de boca.
No te pierdas la tercera y última entrega de este repaso de la saga ‘Evil Dead’.