A sus 93 años de edad, Christopher Lee nos deja con un legado que no tiene precio
Desde Cinemascómics hemos querido hacer un repaso a la trayectoria de Christopher Lee, símbolo del cine de terror gótico, quien aseguró que lo único que le quedaba por hacer era ‘interpretar a Don Quijote’
El pasado 7 de Junio falleció en Londres el actor que encarnó al vampiro más famoso de todos los tiempos La noticia se se conoció ayer, puesto que su mujer, Birgit Kroencke, quería avisar primero a todos los familiares del actor.
Christopher Lee nació en Londres, poseía ascendencia artística y aristocrática italiana. Se habla incluso de que sus antepasados, los ‘Carandini’, tenían relación con Carlomagno. Estudió interpretación en Suiza y posteriormente volvió a Londres para intentar conseguir una beca para Eton, sin éxito. Sí que consiguió una beca para especializarse en Estudios Clásicos, que compaginaba con su gran afición por el deporte (cricket, fútbol, natación…)
Durante la Guerra de Invierno entre Finlandia y la Unión Soviética se alistó como voluntario para luchar contra los rusos, aunque (por suerte para nosotros, su público) no llegó a entrar en combate. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Lee sirvió a su ejército recibiendo entrenamiento como piloto. Aunque debido a problemas de visión acabó teniendo un papel muy importante en el servicio de operaciones especiales e inteligencia.
Comienzos de su carrera
La carrera de Christopher Lee comenzó en 1946. Apareció en pequeñas obras de teatro y se hizo un hueco en la radio, donde su profunda voz era muy solicitada. Dos años más tarde debutó en el cine con ‘La extraña cita’ (1948) de Terence Young. Ese mismo año hizo de figurante en una versión de ‘Hamlet’ dirigida por Laurence Oliver. Así conoció a Peter Cushing, con quien acabaría trabando una íntima amistad.
Su primer papel relevante lo obtuvo en 1956 en «La batalla del Río de la Plata». Gracias a esta actuación consiguió un contrato con Hammer Productions. Empresa que le haría mundialmente famoso gracias a sus clásicos de terror gótico de mitad del siglo XX. Su primera película en esta nueva etapa fue ‘La maldición de Frankenstein’ (1957) encarnando al mítico monstruo y acompañado de Peter Cushing como el barón Frankenstein. Un año después enfilaría su fase más prolífica como actor dando vida a Drácula.
Un icono del cine de Terror de la época
Los grandes éxitos en taquilla le convirtieron en indispensable para la productora. Siguió protagonizando películas de terror mano a mano con su amigo Peter Cushing. Destacaron ‘La momia’. Donde el aparatoso vendaje que portaba el actor hizo que su mirada fuera su mejor herramienta interpretativa, ganándose grandes elogios de la crítica, y ‘El perro de los Baskerville’ en 1959, la que es, probablemente, la mejor película de la productora.
Otro gran éxito de taquilla fue ‘Drácula, príncipe de las tinieblas’ (1965). Película donde la productora y Christopher Lee acabarían haciendo las paces tras una serie de polémicas debido al papel secundario que finalmente tuvo Lee, apareciendo al final del film y sin decir una sola palabra. El oscuro vampiro se convirtió en un filón para la compañía y así fueron sucediéndose ‘Drácula vuelve de la tumba’ (1968), ‘El poder de la sangre de Drácula’ (1969) y Las cicatrices de Drácula (1970). Todas estas películas seguían la misma línea: Christopher Lee aparecía al final con un papel bastante reducido. A pesar de esto, su éxito comercial fue enorme y Lee se convirtió en la imagen de la productora, lo que acabó llevándole al estrellato.
Al igual que Cushing, Lee trabajó con otras productoras de terror en los años 60 y 70, interpretando al criminal asiático «Fu Manchú» y al Doctor Jekyll y Mr Hyde. Aunque el género de Terror empezó a decaer en la década de los 70, la estrella fue requerida por prestigiosos directores como Billy Wilder, gracias al que se convirtió en el primer actor de la historia en intepretar a Mycroft y Sherlock Holmes en el cine.
Su papel de villano se consolidó con la interpretación del mítico enemigo de James Bond, Francisco Scaramanga, en ‘El hombre de la pistola de oro’, protagonizada por Roger Moore.
Posteriormente interpretó al Conde Rochefort en ‘Los tres mosqueteros’ (1973). En esta etapa coincidió con algunos de los más consagrados actores: Charlton Heston, Anthony Queen o James Mason.
Decadencia y retorno brillante
Años más tardé llegó una época de sequía para el prestigioso actor, que se vio sin muchas opciones cuando el terror gótico había dejado de estar de moda. Aceptó pequeños papeles en comedias y realizó apariciones televisivas donde trataba de mostrar su yo más cómico y agradable. En estos años tuvo papeles en películas de dudosa calidad como la última entrega de Loca Academia de Policía. Debido a su edad, muchos lo daban por acabado. Pero no podían estar más equivocados…
‘Sleepy Hollow’ (1999), ‘Charlie y la fábrica de chocolate’ (2005), ‘La Novia Cadáver’ (2005) Christopher Lee se convirtió en uno de los actores bandera del excéntrico director Tim Burton.
En 1998 Lee interpreta al fundador de Pakistán Muhammad Ali Jinnah en la película ‘Jinnah’. Durante la presentación del filme, confesó ser la mejor interpretación de su vida.
Pero sus últimos papeles estelares fueron bajo el mando de Peter Jackson en la saga ‘El señor de los Anillos’ encarnando al malvado Saruman. Su interpretación fue muy halagada por la crítica y Lee aseguró que mostraba una profunda admiración por la obra de Tolkien, a quien llegó a conocer en persona.
Peter Cushing, amigo íntimo de Lee, había trabajado en la primera trilogía de Star Wars interpretando al gobernador Wilhuff Tarkin. A Christopher Lee le llegaría su turno de la mano de George Lucas. En Star Wars: ‘Episodio II: El ataque de los clones’ y ‘Episodio III: La venganza de los Sith’, interpretó al malvado Conde Dooku.
Lee rodó personalmente las escenas de acción a pesar de su avanza edad. Contó con la ayuda de un maestro espadachín. Pero los efectos especiales utilizados con él fueron los mismos que los usados con el resto de actores más jóvenes. George Lucas afirma que eligió el nombre del villano como derivación del Conde Drácula.
Cuando se anunció en 2007 el rodaje de la cuarta parte de ‘El señor de los Anillos’, la precuela ‘El Hobbit‘, Christopher Lee se ofreció para interpretar a Saruman. Aunque él mismo dudó de si podría viajar a Nueva Zelanda, lugar del rodaje, debido a su avanzada edad. Finalmente, siendo muy demandado por la productora y los fans, rodó en unos estudios londinenses su papel como Saruman.
Además de estas interpretaciones, el actor es popular por su afición al Heavy Metal. Llegando a participar en un disco de la banda Manowar, y en muchos discos de Rhapsody of Fire.
Toda esta trayectoria le confiere el estatus, según la Universidad de Virginia, de ser el segundo actor con más películas rodadas de la historia de Hollywood, solo por detrás de Rod Steiger.
Su huella es imborrable y su trayectoria un ejemplo a seguir para cualquiera con aspiraciones de ser actor. Christopher Lee no se va, simplemente se muda detrás de la gran pantalla para siempre.