El gran ilustrador Frank Frazetta nos ha dejado a los 82 años de edad
Uno de los grandes del cómic, el dibujante Frank Frazetta, falleció el pasado lunes, 10 de mayo, a los 82 años de edad. Con tan solo ocho años ingresó en la Brooklyn School of Fine Arts. A los 16 comenzó a trabajar en el mundo del cómic como ayudante de dibujantes entonces consagrados como Graham Ingels, que apreciando pronto el enorme talento del joven, le promocionó dentro de Standard. En pocos años pasó por diferentes editoriales como EC Comics o National Comics (que después sería DC Comics), hasta conseguir Jonny Comet, una serie regular en prensa que le abriría las puertas del estudio del entonces influyente Al Capp para trabajar como negro de lujo en su famosísima serie de Li´L Abner, como también lo fue en el Flash Gordon de Dan Barry o en Little Annie Fanny, de Harvey Kurtzman.
En los años sesenta saltó definitivamente a la fama tras aceptar el encargo de realizar portadas para las novelas de Edgar Rice Borroughs y otras de fantasía. Sus espectaculares óleos se convirtieron en el más efectivo reclamo para la compra de estas novelas, por lo que el editor James Warren le contrató par ilustrar las portadas de sus populares revistas Creepy y Eeri. El éxito fue instantáneo. Sus impactantes composiciones abrieron una nueva concepción del género que sigue vigente hoy en día. Su visión de Conan se convirtió en el canon del personaje. Pronto amplió su campo de trabajo a la ilustración de carteles de cine. Convertido ya en una leyenda, en los ochenta realizó, de la mano del director Ralph Baski, Tygra, hielo y fuego. En 1985 inauguró un museo dedicado a su obra, algo completamente inusual para un autor vivo.
Sin embargo, ese mismo año comenzó a padecer una serie de problemas de salud que le llevaron incluso a tener que aprender a dibujar con la mano izquierda, lo que dice mucho tanto de su talento como de su voluntad y su carácter. Con su desaparición, perdemos al más influyente artista de la ilustración de fantasía. Descansa en paz, maestro.