Hoy recordamos las dos películas de Ghost Rider protagonizadas por el inimitable Nicolas Cage
Para salvar a su padre adoptivo, un joven motociclista vendió su alma al Diablo. Pero Satán lo engañó y lo maldijo para siempre. Cuando cae la noche y está en presencia del mal se transforma en una horrible criatura. Su cara arde convirtiéndose en un llameante cráneo, su fuerza aumenta, y su alma se une en una con las ardientes regiones del infierno. El mortal Johnny Blaze se convierte en… ¡Ghost Rider!
El Espíritu de la Venganza no cabe duda que se ha convertido en uno de los personajes más icónicos del Universo Marvel desde 1972. Descubriéndonos por el camino un mundo sobrenatural e infernal. Plagado de los peores seres surgidos de nuestras pesadillas más terribles. ¡Puro terror!
A lo largo de los años. Johnny Blaze. Danny Ketch. Roberto Reyes. Entre otros. Han tomado el manto del Motorista Fantasma y han hecho suya la carretera enfrentándose a mil y un peligros demoníacos que van desde Apocalipsis, Exorcismos, Guerras, Conspiraciones y Carreras Infernales.
La lucha interior de Ghost Rider por impartir justicia y alimentar su venganza lo han convertido en uno de los personajes más fascinantes de Marvel a fuerza de bien.
La popularidad de Ghost Rider ha sido tal que fue uno de los pocos afortunados en dar el salto a la gran pantalla. ¡Dos veces! Todo un honor teniendo en cuenta que no se trata de uno de los fundadores de Marvel.
Nicolas Cage protagonizó dos películas de Ghost Rider durante Los Años Perdidos del Universo Cinematográfico de Marvel allá a mediados de los dos mil.
Dejando clara la fascinación que despertaba el Motorista Fantasma entre los cientos de miles de aficionados que caerían rendidos ante las historias de terror más ardientes de Marvel. Con sus más y sus menos.
Ghost Rider y Ghost Rider: El Espíritu de la Venganza son dos películas a tener muy presente pese a todo ¿Cuál fue la mejor película de Ghost Rider? ¿Hay futuro para El Espíritu de la Venganza en Marvel Studios?
GHOST RIDER
Ghost Rider llegó a las salas de cines en 2007 de la mano de Sony con el sello de Marvel Studios. Dirigida y escrita por Mark Steven Johnson quien ya había tenido experiencia previa con un superhéroe de Marvel dirigiendo la película de Daredevil. Y protagonizada por Nicolas Cage. Un empedernido friki consumado que durante años persiguió su sueño de dar vida a uno de sus superhéroes favoritos en la gran pantalla. No es por nada. Se apellida Cage en honor a Luke Cage. El Héroe de Alquiler de Marvel. Y estuvo a punto de protagonizar la película de Superman de Tim Burton. Nicolas Cage al final tuvo que conformarse con el Motorista Fantasma. Un personaje menor pero con la fuerza suficiente como para brillar y destacar sobre otros. Otros nombres del reparto son los de Eva Mendes, Sam Elliott, Wes Bentley, Matt Long y Peter Fonda.
La película adapta hasta la última coma el origen de Johnny Blaze convirtiéndose en El Espíritu de la Venganza y tomando su lugar como Cazarrecompensas del Diablo. Respetando sus orígenes como motociclista de acrobacias. Su historia de amor con Roxanne. Su trágico trato con el Diablo. Todos los elementos están ahí y deberían ser suficientes como para aplaudir la adaptación.
Pero no nos engañemos… No es suficiente con ser fiel al material original. Más cuando te permiten total libertad para ofrecer algo digno de mención para acabar haciendo alto realmente esperpéntico. ¿Para qué seguir estirando lo evidente?
A lo largo de los años mucho se ha hablado de la fórmula de Marvel. Películas cortadas con el mismo patrón y que siempre comparten puntos en común en la narrativa y que a lo largo de los años han logrado verdaderos hits en la taquilla. Pero mucho antes de la fórmula de Marvel existía la fórmula de Sony.
Y es que vista Ghost Rider con perspectiva bien podríamos incluirla en el Universo Spider-Man de Sony junto con Venom y Morbius e incluso Punisher. Sin olvidar Blade. Todas ellas tienen en común haber surgido desde las entrañas de Columbia Pictures, la división cinematográfica de Sony. Y comparten muchos puntos.
Cómo hacer el protagonista un personaje plano y carente de motivaciones más allá de toparse con un elemento que lo hace convertirse en un involuntario héroe y ya. No esperéis profundidad. Enemigos sin poca chispa que sólo sirven como carne de cañón. Una insulsa historia de amor para darle un poco más de drama al asunto. Pero sin más. Unos policías ineptos que no saben sumar dos más dos. Una banda sonora olvidable. Todo ello rodeado por un aura oscura y creepy dejando claro que a pesar de estar haciendo una película de superhéroes esto es algo más. Y es que Ghost Rider no es precisamente un superhéroe al uso.
Sus orígenes infernales siempre lo han puesto en el lado de los antihéroes. Sobre todo ante los expeditivos métodos que usa para eliminar a sus enemigos. Pero uno de los principales problemas de la película es precisamente que se toma demasiado en serio a sí misma y claro… Con Nicolas Cage de protagonista. No hay quien se tome en serio nada. Y menos con ese peluquín que se gasta a lo largo de toda la película.
Nicolas Cage considero que es el punto más negro de Ghost Rider. Y es que el histriónico actor sólo tiene tablas para un tipo de personaje y no es precisamente el Motorista Fantasma. Su actuación pasada de rosca en la película provoca momentos de comedia involuntaria en una película que aparentemente se toma en serio. Y claro. Se pierde todo. Nicolas Cage nos regala momentos que dan auténtica vergüenza ajena. Y no hablemos del resto del reparto que ofrecen actuaciones sosas y de lo más olvidables.
La que más destaca es Eva Mendes dando vida al amor del protagonista pero ni con esas. La obsesión por el canalillo de la actriz del director hacen que la actriz solo tenga una toma en toda la película y claro. Poco margen tienen. Convirtiendo a Roxanne en la típica mujer florero que acabará en peligro para que nuestro protagonista acepte su destino. El reparto en definitiva da mucha pena.
Ghost Rider es una película genérica del montón. Olvidable. No ayuda que la narrativa sea totalmente plana y carente de ritmo. La motivación del héroe y los villanos tampoco resultan del todo convincentes. Ni la amenaza.
La película intenta crear tramas y temas interesantes pero decir que sólo rascan la superficie sería quedarse cortos porque ni prestan atención. Ya que van directos a lo que más gusta. Acción sin desenfreno. Grandes explosiones. Ver al Motorista Fantasma dándolo todo en la carretera con espectaculares carreras y épicas batallas a las que se les ven las costuras digitales. Porque los efectos visuales de la película hay que reconocer que no han envejecido nada bien.
Uno de los principales problemas de Ghost Rider es el tono que se gasta. Por momentos parece virar al terror, luego a la comedia, a la acción… Y al final nos ofrece un popurrí de géneros que no casan entre sí. ¿Pero qué más da? Aquí hemos venido a divertirnos.
El cine de superhéroes estaba todavía definiéndose en Hollywood en su nuevo renacer y el boom de Spider-Man y los X-Men habían animado a los estudios a confiar en esas licencias que tanto deseaba vender Marvel para salir de su crisis financiera. Y cualquiera podía coger esos superhéroes y destrozarlos como se le antojara.
Ghost Rider es un ejemplo de lo que nunca se debe hacer con una película de superhéroes. Y pese a lo llovido. La Fórmula de Sony sigue más viva que nunca con películas como Venom y Morbius. La inexistente evolución argumental de los protagonistas, los villanos genéricos, las escenas de acción sin alma…
Lo más destacado de la película es descubrirnos el pasado del Espíritu de la Venganza presentándonos al Jinete Fantasma pero se queda en una idea molana que no explotan no vayan a opacar la presencia de Nicolas Cage. Todo mal con la película de Ghost Rider. No hay por donde cogerla.
No se puede tomar en serio ni recomendar si no es que eres muy fan de Ghost Rider o te pica mucho la curiosidad por ver cómo eran las cosas antes del nacimiento del Universo Cinematográfico de Marvel. Y aún con esas.
La película al final fue lapidada por la crítica y la taquilla por lo que pronto abandonaron la idea de crear una saga que siguiera las pericias del Motorista Fantasma en la gran pantalla. Y menos mal.
Precisamente los aficionados al género de los superhéroes solemos huir de películas como las de Ghost Rider lo que dice mucho del estudio y al público al que realmente iba dirigida esta película. Un Tierra de Nadie en toda regla.
GHOST RIDER: EL ESPÍRITU DE LA VENGANZA
Con el fin de controlar sus deseos de venganza, Johnny Blaze, que ve sus poderes como una maldición, vive apartado del mundo y sin relacionarse con nadie. Sin embargo, acaba siendo localizado por Moreau, un monje quien necesita su ayuda para buscar a Nadya y a su hijo Danny antes de que los encuentre Roarke, un viejo conocido de Blaze. Todo ello. Con la promesa de acabar de una vez por todas con la maldición del Motorista Fantasma.
Sin que nadie la pidiera… Ghost Rider tuvo secuela cinco años después del estreno de la primera entrega. Ghost Rider: Spirit of Vengeance llegó a los cines de todo el mundo en 2011.
Fue tan calamitosa la recaudación y la crítica de Ghost Rider que desde el estudio decidieron hacer tabula rasa con todo. Por lo que Ghost Rider: El Espíritu de la Venganza no podríamos considerarla una secuela de Ghost Rider per se. Salvo por compartir a Nicolas Cage como protagonista. Ambas películas son muy diferentes.
Y El Espíritu de la Venganza intenta por todos los medios desmarcarse de la primera Ghost Rider con peores resultados si cabe. Es decir. Ghost Rider: El Espíritu de la Venganza nos ofrece un reboot pero con el mismo protagonista. Para que veáis que ni Marvel Studios ni DC Studios inventaron el concepto.
En la dirección tenemos a Mark Neveldine y Brian Tayler y guion de David. S. Goyer. Los directores venían de dirigir Crank una de las películas de acción que lo estaba petando por aquella época. Y se nota en las formas de la nueva película de Ghost Rider. Hay que reconocer que se nota la intención de hacer una película más gamberra y divertida.
Para empezar ambientan la acción en la vieja Europa usando todos los exteriores posibles para alejarse de la anterior y aprovechar las suntuosas carreteras para seguir apostando por espectaculares carreras a cada cual más genérica. Obvian la historia de amor eterno. Y vuelven a contarnos el origen de Ghost Rider a través de unos flashbacks innecesarios y expositivos que hacen que el ritmo de la película se resienta en algunos momentos.
Además introducen en la ecuación un joven niño quien se convierte en el gran protagonista al menos para tener un elemento pivotal con el que poder empatizar. Pero ni con esas. La película no cumplió con las expectativas. Arrastrando lo peor de la anterior e incluso permitiendo que viéramos las costuras.
En el reparto tenemos a Nicolas Cage, Idris Elba, Ciarán Hinds, Violante Placido, Johnny Whitworth y Christopher Lambert.
Ghost Rider: El Espíritu de la Venganza decidió no tomarse tan en serio pero al final nos encontramos con un verdadero esperpento digno de ser quemado en la pira del olvido.
Lo mejor de Ghost Rider: Spirit of Vengeance es la trama donde Johnny Blaze tendrá que enfrentarse al Diablo y al propio Dios en una guerra santa que inmiscuye al hijo del diablo. Danny Ketch.
Pero volvemos a los pecados del pasado. Nicolas Cage más comedido que nunca nos ofrece un Johnny Blaze más plano y sin esas salidas histriónicas que nos sacaban totalmente de la película además gana con su nuevo look y su nueva peluca. Punto a favor. Pero tampoco es que hagan un retrato psicológico del personaje. Eso sí. Al menos le dan un arco argumental narrativo.
Idris Elba interpreta a un monje perteneciente a una secta católica capaz de enfrentarse contra el Diablo y sus demonios lo que le aporta un elemento imprevisible a la fórmula pero tampoco logra milagros.
Los enemigos vuelven a caer en lo genérico y no aportan absolutamente nada. Y no hablemos de Roarke. El Diablo. Quien pasa a ser una sombra.
El artificioso ritmo frenético de la película nos invita a pensar que estamos ante una propuesta muy diferente a la anterior pero nada más lejos de la realidad ya que siguen compartiendo los peores puntos. Un claro ejemplo del quiero y no puedo.
Los movimientos de cámara y el montaje nos regala un telefilm de esos del domingo por la tarde. Sin alma alguna. Un tira y afloja que hace aguas por todas partes. Los efectos visuales son mejores. La verdad. E incluso se atreven con escenas a plena luz del día. Pero el tiempo no parece haberles pasado buena factura. Y se cagan en las propias normas que plantearon.
A destacar las escenas donde Ghost Rider coge una grúa y un camión convirtiéndolos en sus carruajes infernales. Sin olvidar el momento donde descubrimos cómo descarga Ghost Rider.
Ghost Rider: Spirit of Vengeance es una ida de olla a todos los niveles que no ayudaron a redimir la imagen del Motorista Fantasma en el cine. La película se hace eterna y eso que es breve. Los diálogos son calamitosos. La trama tiene mil y una incoherencias lo que dice mucho de las reescrituras del guon. Enemigos genéricos. Nicolas Cage. ¿En qué demonios estaban pensando?
Si querían hacer un reboot deberían haber apostado con todo y sacar a Nicolas Cage de la suma. Al final nos quedamos con dos películas de Ghost Rider a cada cuál peor.
Al menos la primera se le pueden perdonar algunas licencias y al no tomarse en serio a sí misma tiene un pase sin embargo su no secuela reboot siguió cayendo en los mismos errores y los exageró aún más.
Si tengo que quedarme con una película de Ghost Rider sin dudarlo me quedo con la primera pero tampoco diré que es mi favorita.
Marvel recupera los derechos del personaje
Años después… Marvel volvió a recuperar los derechos de Ghost Rider y como no tenía espacio para los planes que estaban desarrollando en cines, decidieron aprovecharlo en la pequeña pantalla convirtiéndolo en un invitado de lujo de la televisiva Agentes de SHIELD.
Roberto Reyes la última versión de Ghost Rider quien conducía un coche en vez de una moto hizo su debut televisivo en en la cuarta temporada de Agentes de SHIELD y su arco argumental es sin duda alguna uno de los favoritos y uno de los más recordados por los aficionados de la serie.
Respetando sus orígenes del cómic e incluso con alusiones a los viejos Ghost Riders. Roberto Reyes caló hondo y se convirtió en un valioso activo para Marvel Television. De hecho. Marvel Television confirmó la producción de un spin-off televisivo de Ghost Rider protagonizado por Roberto Reyes. Pero al final los planes cambiaron cuando Marvel Studios entró en el terreno de la producción televisiva. Dejando en stand by el regreso de Ghost Rider.
Es de esperar que tarde o temprano volvamos a ver a Ghost Rider en la pantalla ya sea en cines o Disney+. Seguro que en Secret Wars volveremos a reencontrarnos con Nicolas Cage dando vida a Ghost Rider. ¿Alguien lo pone en duda? Mientras que el Ghost Rider de Marvel Studios empieza a calentar motores…
¿A vosotros qué película de Ghost Rider os gusta más? ¿Cuál creéis que es la mejor película de Ghost Rider? ¿Qué pensáis del Ghost Rider que vimos en Agentes de SHIELD? ¿Veremos a Ghost Rider en Secret Wars? ¡Nos leemos en los comentarios!